El pasado 25 de agosto 5000 personas se dieron cita en el Ejido Chimalaco, municipio de Axtla de Terrazas, S.L.P., para determinar acciones frente a las amenazas de implantación de proyectos de hidrocarburos y otros megaproyectos asociados que provocarían la devastación de los ecosistemas y harían inviable las actividades económicas, productivas y sociales de la población huasteca.
Autoridades comunitarias, representantes de organizaciones sociales de diversas trayectorias, organismos de la sociedad civil de los 18 municipios de la huasteca potosina y de la capital del estado, e incluso de Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas, así como investigadores y miembros de la academia, coincidieron en la necesidad de impulsar la prohibición del fracking por ley y la derogación de la reforma energética.
Asimismo, se pronunciaron por la revisión de los contratos petroleros que afectan sus territorios y su cancelación por no ser producto del consentimiento previo, libre e informado que mediante consulta las comunidades indígenas y equiparables tendrían que otorgar.
Por lo mismo, los megaproyectos asociados como gasoductos, termoeléctricas, acueductos, represamiento de ríos y supercarreteras que se han proyectado o están en ejecución deberán ser cancelados, pues no tienen la anuencia de las comunidades afectadas o que se pretenden afectar.
En el mismo tenor se acordó por unanimidad impulsar la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas de conformidad con el Artículo 4º de la Constitución federal que garantice el derecho humano al agua, agua para los ecosistemas, agua para la soberanía alimentaria y la creación de un Consejo Nacional de Aguas y Cuencas, y los respectivos consejos regionales, así como la prohibición del uso del agua para fracking y proyectos devastadores del ambiente.
Esto último implica la desaparición de la actual Comisión Nacional del Agua (Conagua), que ha sido un organismo ineficaz para la buena gestión del vital líquido y que hoy se ha constituido en un instrumento de intereses particulares y de las corporaciones transnacionales que buscan su privatización.
Por su lado, los legisladores locales y federales de Morena de San Luis Potosí e Hidalgo ahí presentes, se sumaron a dichas propuestas y se comprometieron a impulsar las respectivas iniciativas legislativas tan pronto inicien su encargo.
Por último, esta asamblea multitudinaria abordó la necesidad de construir desde abajo, mediante la realización de asambleas comunitarias y municipales, un plan de desarrollo regional sustentable y con identidad cultural que permita superar los grandes rezagos en educación, salud, vivienda, caminos, producción, mercados locales y regionales, entre otros.
De manera específica se acordó que los encargados de asuntos indígenas y de programas de los gobiernos federal y local deben ser personas con amplio respaldo y consenso social.
Se insistió en que los actuales encargados de asuntos indígenas a nivel federal, estatal y municipal están completamente desvinculados de la problemática regional e indígena, y sólo están por amiguismo y por recibir un sueldo.
Si la mayoría de los huastecos votamos por un cambio verdadero, habría entonces que empezar por ahí.
Las representaciones indígenas y de programas federales no deben ser coto de poder de unos cuantos de arriba; más bien deben ser producto de la anuencia de la sociedad. Ello facilitará la gobernanza.
Gabino Morales, presente en dicho evento como coordinador de programas federales del gobierno federal entrante, manifestó que la nueva forma de gobernar de AMLO será la de respetar las decisiones del pueblo, y dio a conocer que la visita programada por AMLO a la huasteca potosina será el 26 de septiembre próximo.
Por ello, los asistentes manifestaron su beneplácito por tal visita y por la oportunidad de establecer un diálogo directo por quien será el próximo mandatario de la nación, a quien la mayoría de los huastecos le dimos el mandato para que nos represente en nuestras reivindicaciones históricas.
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