Los países latinoamericanos, incluidas sus diferentes regiones y ciudades, demostraron liderazgo en la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP23) que se realizó en Bonn, Alemania, declaró Amanda Maxwell, Directora de Proyecto América Latina de parte de la organización internacional “Natural Resources Defense Fund”.
Estableció que su progreso apareció en la forma de compromisos nacionales, participación en coaliciones globales, planes de acción subnacionales e incluso en la obtención de premios internacionales. Relató que con cada año, América Latina aparece en incremento como un líder en los esfuerzos para detener el cambio climático y adaptarse al planeta que se calienta.
Indicó que algunos de los avances importantes de la COP de este año fueron que las ciudades y países latinoamericanos participaron en alianzas globales, como fue el caso de México y Costa Rica que se unieron a otros 23 países en la firma de una nueva coalición global comprometida en la eliminación gradual del carbón y en el apoyo a las políticas e inversiones de energía limpia, mientras que optaron por restringir el financiamiento para plantas de carbón.
Lanzada por Canadá y el Reino Unido, la alianza “Energizando Después del Carbón (Powering Past Coal)” espera expandir su membresía de 25 a 50 países para la COP del próximo año. Los miembros de la coalición compartirán experiencias, lecciones aprendidas y las mejores prácticas en distintas estrategias para la eliminación gradual del uso de carbón.
Otro tema fue que urbes como Buenos Aires, Caracas, Ciudad de México, Quito, Río de Janeiro y Santiago de Chile estuvieron entre las 25 ciudades globales comprometidas a desarrollar e implementar planes de acción climática más ambiciosos antes del 2020. Estas ciudades -miembros del C40- apuntan a utilizar estos planes para alcanzar la reducción de sus emisiones y construir más ciudades resilientes al clima. Se espera que los resultados de estas acciones traigan beneficios sociales, económicos y ambientales para casi 150 millones de ciudadanos que viven en las 25 ciudades participantes.
En el aspecto de premios, los esfuerzos Latinoamericanos se vieron recompensados por ser innovadores y previsores como fue el caso de los científicos del Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT) en Colombia, que ganaron el premio al “Momento para el Cambio” en la COP23, por su uso innovador de la tecnología de la información y comunicación para crear nuevas ideas.
Los investigadores analizaron datos meteorológicos para entender cómo la variación climática estaba afectando la agricultura de arroz en el país. Dándose cuenta que una sequía era inminente, recomendaron que 170 productores locales de arroz cambiaran su temporada de siembra, ayudándolos de esta manera a evitar la pérdida económica de 3,6 millones de dólares.
Una iniciativa Ecuatoriana, “Agricultura Sustentable con Inclusión y Participación de Género”, recibió el premio “Impulso por el Cambio”, otorgado por la ONU a soluciones ejemplares para el cambio climático en el mundo. El proyecto apoya a familias del Área Metropolitana de Quito para darles acceso a 2.500 nuevos jardines urbanos, creando 110 microempresas agricultoras, educando sobre cambio climático y priorizando la presencia de mujeres como líderes (85.7 por ciento de 56 mil participantes).
En el tema de género y Cambio Climático, Costa Rica celebró la aprobación de un Plan de Acción de Género, que el Ministerio de Política Exterior aplaudió como “un triunfo para todas las mujeres y niñas en el planeta”. Como coordinador y vocero en representación de la Alianza Independiente de Latinoamérica y el Caribe (AILAC), Costa Rica buscó empoderar a mujeres y niñas para alcanzar la paridad de género en la representación dentro los procesos de negociación de la Convención, así como de proveerles de medios adecuados para implementar mandatos de las más de 60 resoluciones que atienden el problema de género.
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