Se dio a conocer que desde hace más de 60 años no se había encontrado en nuestro país una población de nutria del rio del norte, en el estado de Chihuahua. Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para la distribución y conservación de la especie en México y Norteamérica.
Ello fue informado por investigadores del Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes identificaron con trabajo de campo y evidencias morfológicas, ecológicas y biogeográficas a la Nutria del norte en el Río San Pedro, en Chihuahua.
Al respecto, ,el doctor Gerardo Ceballos, responsable de la investigación, señaló que “en una época en la que enfrentamos una severa crisis de extinción de fauna, el hallazgo de una especie de mamífero de este tamaño, es un suceso increíble para los científicos mexicanos”.
Explicó que la nutria de río del norte se consideraba extinta en México porque no había registros de ella desde el siglo pasado. El límite sur de su distribución se hallaba en Arizona y en el Río Grande, en Colorado, Nuevo México y Texas, por lo que este nuevo registro representaría la distribución más sureña de la especie en el continente.
Dijo que “identificamos al ejemplar en una fotografía por su “rinario”, que es la zona de piel sin pelo que existe alrededor de las fosas nasales de algunos mamíferos”.
El investigador, aseguró que resulta bastante probable que las poblaciones de esta nutria sean genéticamente diferentes a las del norte, lo que resaltaría aún más su relevancia para la conservación de la especie.
La nutria de río del norte estaba ampliamente distribuida en América del Norte a principios del siglo XIX. Se localizaba en ríos en una gran diversidad de ambientes, desde el norte de Alaska y Canadá, hasta la frontera de los Estados Unidos con México. Sin embargo, el comercio indiscriminado de su piel y la sobreexplotación de los peces que constituían su principal alimento, causó su desaparición en muchas regiones.
A principios del siglo XX su área de distribución se había reducido en aproximadamente un 30 por ciento y el límite meridional de su distribución se redujo más de 500 km hacia el norte del continente.
En México hay registros históricos de dos subespecies: L. c. sonora, que se registró en el delta del Río Colorado entre Baja California y Sonora y L. c. laxatina en el bajo Río Bravo, cerca de Brownsville entre Tamaulipas y Texas.
Además de las fotografías, se cuenta con el registro de huellas y rastros de nutria que fueron observados por otras personas en el Río Bravo, en Coahuila. Aunque esos registros no han sido corroborados con ejemplares o fotografías, es posible que en porciones de este Río, que tienen flujo permanente, aún se encuentre la especie.
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