“Queremos el producto, no el plástico” fue el mensaje que ciudadanos preocupados por la contaminación plástica llevaron hasta las puertas de supermercados como Walmart, La Comer, Soriana, Superama y Chedraui para hacerles un llamado a sumarse a la lucha contra esta grave crisis por la excesiva generación de residuos de este material.
En un “ataque” pacífico llevado a cabo de manera simultánea en la Ciudad de México, La Paz, Los Cabos, Monterrey y Xalapa, organizaciones de la alianza #Desplastifícate, Greenpeace, México Azul, Disruptive Option, Agencia Verde, Plastic Oceans, Cuatro al Cubo y Zero waste Los Cabos, acudieron a sucursales de las distintas cadenas comerciales para realizar sus compras comunes para luego retirar a cada producto el empaque o envase plástico en el que vienen contenidos y retornarlo a las tiendas.
En el caso de La Paz, B.C.S., se concientizó a los clientes que salían del supermercado local Aramburo, intercambiando bolsas de plástico por bolsas de tela y explicando los impactos de la cantidad de plástico en el que vienen envueltos todos los productos que se compran.
“Es increíble la cantidad de basura plástica que los consumidores estamos obligados a llevarnos a casa cada que hacemos el super porque no tenemos alternativas para llevar lo que compramos. Es momento de que exijamos un modelo distinto y los supermercados pueden, si quieren, ser nuestros aliados para pedir a las marcas que ellos nos venden que dejen de contaminar con plástico”, señalaron las organizaciones participantes del llamado #PlasticAttackMéxico .
Cada año se producen alrededor de 350 millones de toneladas de plástico en el mundo, del cual el 50% es de un solo uso. México es el consumidor número 12 de plástico a nivel global y el segundo en botellas de agua.
Cada año más de 13 millones de toneladas de plástico van a dar a nuestros mares. Se calcula que los consumidores mexicanos gastan 2 mil 708 pesos al mes en un supermercado, adquiriendo precisamente una gran cantidad de alimentos y productos de aseo e higiene personal contenidos en envases o empaques plásticos de un solo uso que posteriormente serán parte de esta problemática.
Es por eso que desde las organizaciones hacemos un llamado a estos centros de abasto a que se desplastifiquen y construyamos juntos un futuro libre de plásticos.
Algunos compromisos que pueden asumir los supermercados son:
1) Fortalecer su área de venta a granel facilitando que las personas puedan llevar sus propias bolsas reusables para llevar el producto
2) Destinar una sección particular de sus tiendas a que sea libre de plásticos, y con ello, dar preferencia a aquellos productores que intentan darnos alternativas para no llevarnos basura plástica a casa
3) Reducir sus propias huellas plásticas evitando que frutas y verduras sean sobre empacadas para su exhibición, desincentivando el uso de las bolsas plásticas y facilitando aquellas de reuso
4) Permitir a sus clientes usar sus propios “tópers” bolsas y otros utensilios reusables para disminuir su huella plástica personal
5) Exigirle a sus proveedores, grandes marcas como Coca-Cola, Pepsi, P&G, Unilever, Nestlé, entre otras, que ofrezcan sus productos en envases que no sean de plástico de un solo uso.
Greenpeace ha entregado a los distintos corporativos cartas con estos planteamientos sin que hasta el momento alguna de estas tiendas haya respondido a favor de este trabajo conjunto en favor del planeta.
Idealmente esperaríamos que los supermercados se comprometieran a vender únicamente productos que tengan empaques que sean 100% reciclables, capacitar a su personal para que faciliten la entrega de productos sin empaques y trabajar con las marcas y el consumidor para asumir responsabilidad compartida haciendo funcionar ciertos espacios como acopios y facilitar la recolección de los productos post-consumo para que las marcas puedan reincorporar estos mismos materiales en su cadena de reciclaje.
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