En el 8º Foro Mundial del Agua (WorldWaterForum, WWF), desarrollado en Brasil, se tiene presencia de diversas tecnologías digitales que buscan revolucionar el sector de las energías renovables y de la gestión de activos como es el agua, en este caso se puede mencionar a la herramienta llamada “Aristóteles”, del sector del Internet de las Cosas (IoT), que permitirá una mayor eficiencia en manejo del sector hídrico con uso de técnicas de gestión de activos y analítica de datos avanzadas empleadas por Google, Facebook o Amazon, así como el Smart Data como servicio (DaaS o Data as a Service).
Esta herramienta es lidereada por el dúo alemán SAP y Kaiserwetter, edificadores de plantas eólicas o solares. Que se trabaja para extrapolar a plantas hidroeléctricas. Cabe mencionar que la energía hidroélectrica representa un total del 54% de la potencia renovable mundial, de acuerdo al prestigioso estudio REN21. De acuerdo a LNS Research, el 35% de la empresas productoras de energía ya han invertido en el Internet de las Cosas Industrial.
La digitalización del agua mediante sensores y software inteligentes, que ya se aplica en Europa y Estados Unidos, ha llegado también a Latinoamérica. El Centro del Agua para América Latina y el Caribe trabaja con el Banco Interamericano de Desarrollo y empresas privadas en uno de los primeros proyectos de ‘agua digital’ en Nuevo León, México. Este sistema, aplicado a un estado con siete presas, permitiría medir el volumen de agua que utilizan las empresas en sus procesos, el consumo de agua azul y verde, y proporcionaría información de las aguas residuales, al detectar compuestos químicos y biológicos.
De acuerdo al informe ‘Global Trends in RenewableEnergyInvestment 2016’ elaborado por UN Environment, Bloomberg y Frankfurt School, la región americana es la tercera con una mayor inversión en energía renovables, después de Europa y Asia-Pacífico (menos China e India), alcanzando la cifra de 12.9 mil millones de dólares.
El know-how de gestión de activos de energía renovable puede también contribuir a una agricultura más sostenible, con sistemas inteligentes de riego que permiten ahorrar agua (riego por goteo, localizado y de presión, entre otros) y detectar fugas, igual que ahora se analiza qué paneles solares o turbinas eólicas están funcionando por debajo de su rendimiento.
El Banco Mundial calcula que en el mundo se pierden alrededor del 25-35% del agua debido a filtraciones y reventones, lo que se traducía en pérdidas anuales de 12,500 millones de euros.
La Inteligencia Artificial y los nuevos sensores pueden ir más allá, realizando predicciones climatológicas que permitan planificar la necesidad de riego, o a anticipar necesidad de financiamiento en caso de desastres, así como optimizar financieramente las empresas públicas o subcontratas que se encargan del saneamiento en los países más desfavorecidos y que a menudo luchan por ser financieramente viables.
Este tipo de digitalización del agua permitirá cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en saneamiento, que hoy, empleando las técnicas actuales requeriría 45 mil millones de dólares anuales de inversión, cinco veces más de lo actualmente invertido, por lo que es imprescindible reducir el costo y ser más eficaces con las nuevas técnicas.
Trabajos que deben ser realizados por todos los sectores ya sean privados o públicos, y ejemplo de esta situación, informó la SIF Foundation, sólo en Estados Unidos, uno de cada cinco dólares de inversión se destina ya a proyectos sostenibles. Aunado a que el sector hídrico y la economía sostenible incluyen ámbitos como las energías renovables, con un gran futuro inversor, cuya inversión ronda ya los 300 mil millones de euros anuales tras la firma del Acuerdo de París.
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