La semana pasada el mundo de la música, específicamente la música disco/ pop tuvo dos descensos importantes: Donna Summers y Robin Gibb:
Donna Summers, nominada al Oscar, con cinco premios Grammys, once álbumes de oro, 100 millones de copias y el sobrenombre de la reina de la música disco, falleció a los 63 años debido a un cáncer de pulmón.
Pero no sin antes dejar un gran legado, con canciones como “Love to Love You Baby”, “Last Dance” y “Bad Girls”. De hecho, “love to love you baby”, la cual fue de sus primeros trabajos, impactó a los medios debido a lo que parecían ser orgasmos grabados, al menos 22 según el conteo de Times.
¿Se imaginan? Una mujer de color, en los años 70´s, grabando un álbum como solista, de música disco, y que se atreva a grabar sonidos íntimos, con tal de darle un toque especial y único a la canción. No por nada se convirtió en un ícono, tanto en la música como en la lucha por los derechos de grupos poco favorecidos.
El otro de ellos, Robin Gibbs, fundador de los Bee Gees, junto con sus hermanos Barry y Maurice, con quienes llegó a vender 380 millones de copias, 9 Grammys y más de 10 premios por su aportación musical, falleció debido a un cáncer de colon a la edad de 62 años.
El grupo británico empezó en los 60`s, con el nombre The Rattlesnakes, posteriormente Wee Johnny Hayes & the Bluecats; hasta mediados de la década 1960, cuando la fama los alcanzó, cambiaron su nombre, sus presentaciones y alcanzaron el éxito en Estados Unidos.
De hecho, el éxito fue tal que, en su momento se les comparaba con los Beatles, pero un buen bache en su carrera, prácticamente acaba con la existencia del grupo, sobreviviendo apenas con algunos fans y números rojos. Hasta finales de 1970 con la “Fiebre de Sábado”.
Fiebre de Sábado soundtrack de la película homónima “Saturday Night Fever”, aunque según declaran, fue completamente una coincidencia, ellos planearon el disco (y el título), sin saber que a la par se producía una película con la misma temática. Posteriormente, el disco se convierte oficialmente en el sounstrack y alcanza 15 discos platinos, llevando a la cima al grupo, convirtiéndolos en un símbolo de la época.
Finalmente, la historia acaba en 2012, año en que dos grandes de la música setentera, pantalones acampanados, blusas floreadas, lentes grandes, cabello abundante, etc., se despidieron, dejando aun un amplio número de seguidores.
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