De acuerdo con las estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2013 la canícula se mantendrá dentro de los rangos promedio en la mayoría de las entidades donde se presenta este fenómeno.
Según el SMN aproximadamente a mediados de julio inició en algunos estados de la República Mexicana el periodo conocido como “Canícula”, durante el cual las lluvias disminuyen en forma considerable y el calor se intensifica, debido a una mayor filtración de la radiación solar provocada por la escasez de nubosidad.
Los estados donde la canícula ocurre con mayor severidad es en Tamaulipas, Veracruz, Puebla y San Luis Potosí, debido a que la disminución de la lluvia coincide con la elevación de las temperaturas a su nivel más alto del año. Otras entidades, especialmente del sur y el sureste de México, también resienten sus efectos.
En julio de 2013, se estima que la canícula se presentará con mayor fuerza en Tamaulipas, San Luis Potosí, el norte de Guanajuato, Querétaro y el norte y el centro de Veracruz, donde se registrarán niveles de lluvia por debajo de la media histórica, de acuerdo con los pronósticos.
Para agosto el fenómeno seguiría afectando a Tamaulipas y se extendería principalmente hacia el norte de Yucatán y Quintana Roo, donde se prevén los déficits de precipitación más pronunciados. En el resto del país se prevén lluvias dentro de los rangos normales, con excepción de la zona fronteriza.
En tanto, la región de Mesoamérica, a la cual pertenecen las zonas centro y sur de México, observa un patrón de lluvias que registra sus niveles más altos en junio y septiembre y los más bajos entre julio y agosto, periodo que se conoce como canícula, veranillo o sequía intraestival.
La canícula se denomina así porque el periodo en el que se presenta coincide con la elevación en el zenit de la constelación del “Can menor”. Esto normalmente ocurre del 15 de julio al 15 de agosto, aunque las fechas no siempre son las mismas y la duración puede variar.
El fenómeno es producido por el sistema de vientos conocido como “alisios”, que en esa época cobran fuerza sobre el Golfo de México e inhiben la formación de nubes de lluvia. A su vez, la poca nubosidad permite que se filtre más radiación solar y se intensifique el calor en la superficie.
En contraste, en el norte y particularmente en el noroeste del país, las precipitaciones son más intensas en esta época debido a que en las mismas semanas se registra lo que se denomina el monzón mexicano, un viento cálido y húmedo que sopla desde el Océano Pacífico y que genera abundantes lluvias a lo largo de la costa occidental de México, desde Guerrero hasta Sonora, principalmente en Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango.
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