Con 40 años de operación, durante las 24 horas de cada uno de los 365 días del año, el Sistema Cutzamala perdura como la infraestructura más grande del país para abastecimiento de agua potable y es una de las 10 obras más importantes del mundo en su tipo. Además, 95 por ciento de la tecnología aplicada en él es nacional.
Este complejo sistema está integrado por un conjunto de instalaciones hidráulicas de captación, almacenamiento, conducción, potabilización y entrega de agua en bloque, las cuales se extienden desde Michoacán hasta el Estado de México y la Ciudad de México.
Se comenzó a construir en 1976 y se inauguró el 3 de mayo de 1982. Aunque su función original era dotar agua para el riego agrícola y generar electricidad, esto fue replanteado y se destinó a abastecer a la Zona Metropolitana del Valle de México.
Actualmente, satisface 26 por ciento de la demanda de agua en el Valle de México, al suministrar 15.68 metros cúbicos por segundo (m³/s), desde uno de los puntos más altos del Valle hasta entregarla a los organismos operadores de la Ciudad de México y Estado de México, los cuales la hacen llegar a parte de la población ubicada en 13 alcaldías y 13 municipios.
El Sistema está conformado por diez presas: Tuxpan, Ixtapan del Oro, Chilesdo, Colorines, Tilostoc, El Durazno y Barrage, que funcionan como derivadoras, y El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, que son de almacenamiento.
Actualmente se trabaja en la mejora de sus condiciones eléctricas y mecánicas, lo cual es un punto fundamental para el sistema, ya que la mayor parte de sus componentes están en funcionamiento desde hace 40 años.
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