En Ambiente

Energía inteligente; factor de crecimiento sostenible

Para diversos sectores empresariales, las nuevas tendencias en uso de energía de manera eficiente deben conllevar a establecer el utilizar este factor bajo el epíteto de energía inteligente”, que permite que las edificaciones modernas ya sean de vivienda o de oficinas tengan un menor impacto ambiental en su contexto.

Se estima que el sector inmobiliario puede reducir, al menos, el 50% del crecimiento previsto en consumo de energía mediante la creación de edificios con alto desempeño energético y una renovación del inventario existente al año 2030 para las nuevas edificaciones en las principales urbes del planeta.

Una de las herramientas técnicas más atractivas para diseñar, construir y operar edificios de alto rendimiento es mediante la obtención de una certificación energética y medioambiental como puede ser los sellos LEED, EDGE y Net Zero Energy Building.

Sobre este tema, el Presidente de Honeywell México y Centroamérica, Craig Breese, a este reportero que en el caso de la energía, explicó que la Reforma Energética en el país y le falta una infraestructura de energía inmadura, tanto en creación y generación como distribución.

De esta forma, la tecnología se salta etapas de la misma en el país y se caerá en el llamado “energía inteligente como son los mediadores que en edificios y hogares que brindará posibilidad de que al usar nuevos dispositivos brindará ahorros del 30%, por citar un caso. Aunado a que al manejar su propia energía que se puedan crear en sistemas inteligentes, hará que la gente haga manejo de la misma de forma sostenible”.

En agua, muchas veces la gente no comprende su costo real, como es la Ciudad de México (CDMX), y su conservación por la tecnología son saltos tecnológicos que México debe dar en la siguiente década y tener estas soluciones brincándose pasos que otras naciones han experimentado.

Recordó que diversos edificios en Av. Reforma están construidos con tecnologías que van desde el diseño inteligente para que adaptarse a las especificaciones de una nueva tecnología. Siendo un ejemplo al futuro cercano cómo será el nuevo Aeropuerto de la CDMX y, será un modelo de este tipo, ya que será prototipo del futuro para otras instalaciones del mundo.

Es mixta la adopción de nuevas tecnologías en las ciudades mexicanas, en el caso de edificios ya establecidos que tengan instalaciones baratas no serán adaptativas de esta realidad. Pero, detalló, que México si va por buen camino, gracias a la conciencia de sus nuevos urbanistas. “México ha pasado la inmadurez del urbanismo pasado y si bien serán varios años de trabajo, va por buen camino”.

Cabe mencionar que el ranking de los países más atractivos para invertir en energías renovables, México ocupa el lugar nueve mundial y el tercero en América, tan solo atrás de Estados Unidos y Chile, lo que brinda grandes posibilidades de establecer un desarrollo de la energía inteligente en las nuevas edificaciones que se siguen levantando, así como la adaptación de edificios ya establecidos.

Aprovechar este potencial energético traería beneficios contundentes al país. Si México alcanza los 12 mil megawats (MW) instalados, esto tendría un impacto acumulado en el Producto Interno Bruto (PIB) de 170 mil millones de pesos (9,446 millones de dólares –MDD-) y la creación de más de 45 mil empleos. Además, se fortalecería el tejido industrial nacional.

Al respecto, la empresa alemana Kaiserwetter, dedicada a los parques eólicos y fotovoltaicos, informó que México tiene todo para ser punta de lanza en generación de energía limpia e inteligente en América, lo que hace falta es que los inversionistas encuentren atractivo este sector y vean un claro retorno en su inversión, además de los beneficios tanto económicos como ambientales para la población.

Actualmente están en operación o en fase de desarrollo cerca de 7 mil MW, principalmente a través de dos modalidades de generación: la producción independiente de energía y el autoabastecimiento. Para generar los 5 mil MW que hacen falta y llegar a esos 170 mil millones de pesos es necesario incentivar la inversión en energías renovables.

Al respecto, Raúl Huitrón Riquelme, de Biomah Architects & Energy Consultants, comentó a este reportero que nuevas edificaciones son cada vez más y mejoran su rentabilidad en un 10% y si bien existen límites que exageran sus parámetros para ser amortizados en poco tiempo, pero en ocasiones debe reajustarse la tecnología al plan de los edificios.

Lo importante es actuar en beneficio del país, es al final el principal objetivo que se debe adoptar, sin importar la rentabilidad de los lugares.

El uso racional de energía es lo correcto, la cuestión es entender que es inteligente y que debe también a que la gente este educada y sepa que tiene a la mano. Ya que a mayor disponibilidad se da más gasto. Ejemplo de ello, va en gadgets como son los celulares, lo que va en educar al usuario y no sólo es la infraestructura sino que las personas deben ser conscientes de ello.

Se tiene que tener un plan maestro, que indique como las ciudades deben ser previsoras de las modificaciones del clima; por ello, se debe modificar y entender lo que pasa en las urbes e identifique que se tiene que hacer cuando en ocasiones se tienen más lluvias o más sequias y poder identificar que o no se debe construir para esta nueva realidad del ecosistema.

EN 5 AÑOS, SERÁN LAS CELDAS SOLARES LO MÁS ECONÓMICO

La energía proveniente de celdas solares tendrá el mismo costo que la de otras fuentes en cinco años (si en éstas no se consideran los subsidios), afirmó Diego Solís Ibarra, integrante del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dijo que antes teníamos que convencer a la gente de que utilizara esa alternativa para ayudar al planeta y al medio ambiente, ahora es una cuestión económica, porque el costo de la energía proveniente de esas celdas es prácticamente igual y se proyecta que seguirá bajando, lo que significa que en cinco años será más barato obtener energía a través de ellas.

La disminución en el precio de los paneles ha propiciado que cada vez haya más instalaciones, aunque aclaró que el costo de la energía varía, porque no es lo mismo colocar esos dispositivos en el desierto de Chihuahua que en Noruega, donde hay días con pocas horas de luz proveniente del Sol.

De las energías, la solar es la más prometedora, aseguró. El consumo de energía anual de la población mundial es de 1.3 x 105 terawatts hora, y el Sol irradia tres órdenes de magnitud más de energía cada año. Si se cubriera una pequeña fracción de la Tierra con celdas solares, se podrían satisfacer las necesidades energéticas de toda la población del planeta, aseveró Solís.

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