Ricardo Ibarra, director general de BIC América Latina, aceptó que la infraestructura educativa en México no brinda los beneficios que debiese, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indican que 2 de cada 10 alumnos mexicanos de educación básica no cuentan con mobiliario básico, cifra que se dispara a 7 de cada 10 en nivel preparatoria.
Además que “a México todavía le falta recorrer un importante camino para poder ofrecer una educación de calidad y tener instalaciones adecuadas”.
“Este rezago social y educativo nos debe ocupar a todos: gobiernos, sociedad civil y empresas. Necesitamos desarrollar estrategias efectivas para mejorar el desarrollo humano, que está marcado en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, abundó.
Por ello, BIC colabora en mejorar las condiciones de aprendizaje de niños y niñas del país e implementar iniciativas a nivel internacional como Global Education Week, “proporcionamos instalaciones y el regreso a las herramientas básicas de la escritura y el dibujo para fortalecer el desarrollo motriz y cognitivo del alumnado”.
Declaró que la primera edición anual de Global Education Week en 2018, integrantes de la empresa realizaron más de 2,100 horas de voluntariado para la rehabilitación de 11 bibliotecas y espacios artísticos para impactar a más de 40,000 niños en todo el mundo.
En la presente edición 2019 se beneficiarán 4,200 niños en Latinoamérica, impactando en 9 países: México, Guatemala, Honduras, Argentina, Brasil, Ecuador, Chile, Uruguay y Costa Rica, en términos generales, en Latinoamérica en dos años se impactará positivamente las condiciones de aprendizaje de 8,700 niños y niñas en edad escolar.
El directivo empresarial explicó que su actividad, la 2da. edición de Global Education Week, realizada por el voluntariado de BIC busca mejorar las condiciones de aprendizaje de niños en situación vulnerable en Latinoamérica.
Específicamente en México se auxilió para renovar una biblioteca de la escuela pública “Joaquín García Icazbalceta” ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en apoyo a más de 600 niños, aunado a mejorar la infraestructura de 6 escuelas, impactando a 1,772 niños y niñas.
Igualmente se hicieron acciones de voluntariado en la Escuela Primaria Pública “Presidentes de México” y Escuela Primaria Pública “Pablo Neruda”, ubicadas en Azcapotzalco; en Ramos Arizpe, Coahuila, se asistió a la escuela Ing. Eufrasio Sandoval y, finalmente, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México se brindaron beneficios en 3 escuelas de Tepoztlán.
Estas actividades son realizadas de forma operativa junto con Save The Children en México, PROED y “Fundación por el bien de Tepotzotlán IAP».
De acuerdo con datos de la UNICEF, 58 millones de niñas y niños en edad escolar primaria (6 a 11 años) y 63 millones en secundaria (12 a 14 años) en el mundo están fuera de la escuela, mientras que 250 millones de niños y niñas, pese a ir a la escuela, salen sin conocimientos básicos en matemáticas y lectura. El rezago, la repetición y los menores niveles de aprendizaje tienden a concentrarse entre aquellos que viven en zonas rurales y en hogares por debajo de la línea de pobreza.
De acuerdo a la UNESCO de los 2,000 millones de niños menores de 14 años que hay en el mundo, más de la mitad no alcanza el nivel educativo mínimo requerido al concluir sus estudios. Esto se debe a tres razones: deserción escolar; falta de instalaciones adecuadas; y calidad en la educación, así como la carencia de herramientas para el aprendizaje.
Por esta razón, BIC apoya distintos proyectos para mejorar el acceso a la educación en los países donde tiene presencia y se tiene la meta de mejorar las condiciones de aprendizaje de 250 millones de niños en el mundo para 2025.
Declaró que el apoyo a la educación se debe a que BIC aprecia que una correcta introducción a la caligrafía y al dibujo, no sólo es esencial para estimular las posibilidades de expresión y comunicación de las nuevas generaciones, sino que resulta fundamental para la afinación de capacidades cognitivas y motrices, así como para potenciar sus habilidades en las siguientes etapas educativas.
Esta empresa en 2017 lanzó sus nuevos objetivos de desarrollo sustentable, llamados “Writing The Future Together”. Esta hoja de ruta, guiará las acciones de la compañía hasta 2025 para ofrecer productos accesibles y de calidad para sus consumidores en el mundo.
Estos objetivos fomentarán la innovación sostenible en productos BIC y actuar en contra del cambio climático, compromiso con un ambiente seguro de trabajo, involucrar a los proveedores de forma proactiva y mejorar las condiciones de vida de las personas a través de la educación.
En el rubro de mitigar la huella ambiental de la empresa, indicó que actúan en los frentes de: sistemas de gestión ambiental, optimización de agua y energía, reducción y reciclaje de residuos, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente.
Aunado a enfocarse a tres prioridades para reducir la huella ecológica de sus empaques: eliminar los embalajes siempre que sea posible, seleccionar materiales ecológicamente responsables y reducir y reciclar los residuos de empaques en las fábricas, así como utilizar el 80% de electricidad renovable y eliminar el carbón de todas las operaciones de transporte para alcanzar 0% de emisiones de carbono.
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