Ivan Trillo, Director de Sustentabilidad de la empresa química Dow, declaró a este reportero que los plásticos comunes son un elemento contaminante en el medio ambiente y debe aplicarse nuevos esquemas para su reciclado; lo cual, es un punto central del concepto Economía Circular, que tiene que darle nueva vida y valor monetario a estos elementos.
Acción que ya sucede con el plástico PET (sector alimenticio), pero que no ha sucedido con el plástico de usos generales. Situación que expuso, ha llevado a que empresas globales de este sector crearán la Alianza para el Término de los Residuos Plásticos (Alliance to End Plastic Waste, AEPW), que invertirá 1.5 mil de millones de dólares a cinco años; para ampliar la cadena de valor de este producto y se potencialice su reciclado.
Recalcó que de esta manera, hace unas dos décadas se comenzó la acción de difundir el valor del plástico PET, que hoy tiene miles de recicladores en México y genera varios millones de pesos de ganancias. Aspecto que dijo, se busca replicar en otros plásticos, y así implantar el precepto de economía circular.
Indicó que la inversión a realizar por estas empresas en el mundo se enfocará a la creación de infraestructura y oportunidades de negocio para el reusó y reciclado.
De acuerdo a la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), los plásticos en su presentación rígida y de película, poliestireno expandidó y poliuretano constituyen el 11.67% de los residuos sólidos urbanos de México. El reciclado de residuos sólidos que se presenta en el país, el concepto plásticos (no PET) equivale al 0.88% de los desechos reciclado de México.
Sin olvidar que algunos plásticos son complicados para reciclar, pues al ser utilizados por sectores industriales, tienen pegados pinturas u otros elementos que requieren de aplicar tecnologías innovadoras para su limpieza. En el caso, relató que esta empresa cuenta con la patente llamada RecycleReady, para lograr el fin de obtener plásticos adecuados para reuso.
Por su parte, la diputada presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, Beatriz Manrique Guevara, dijo a este reportero que el plástico común no ha sido apropiado por la sociedad y una obligación que tiene el poder legislativo es crear un catálogo básico de aquellos que pueden ser reciclados y reducir su uso masivo que ha llegado a ser utilizado de maneras muy exagerados.
Añadió que “la economía circular es uno de los instrumentos que puede involucrar a todos los actores inmiscuidos en la cadena del plástico; desde el productor que acaba sabiendo en donde quedo su producto. Esto debe ayudarnos al control de los residuos y permitir avanzar en el control de este desecho”.
Cabe resaltar que, en México, la generación per cápita en años pasados, fue de 1.2 kilogramos al día, lo que llevó a una generación de 53.1 millones de toneladas, lo que demuestra que los plásticos son componentes esenciales en aplicaciones como la medicina, el transporte, la industria de las telecomunicaciones, la agricultura, el envasado y embalaje, así como la producción de una gran gama de artículos de consumo.
Alethia Vázquez Morillas, Profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), encargada del estudio titulado “Degradación y Biodegradación de materiales plásticos”, reconoció que, “al igual que todos los residuos, los plásticos generan efectos negativos en el ambiente, que no dependen únicamente de estos en sí, sino de la forma en que se les maneja cuando son desechados. Por ello, debe preferirse la reducción, reutilización, reciclaje y valorización energética, en ese orden”.
Añadió que, la degradación es la pérdida de propiedades que sufre un material debido al efecto de factores externos y a su composición química. “Todos los materiales se degradan, pero a diferentes velocidades; en algunos casos el proceso es tan lento que no se percibe a simple vista, depende tanto de las características del material en sí, como del medio en que se encuentra. Existen diversos tipos de degradación como la foto degradación por luz; la termo degradación con temperatura; la bio-degradación por microrganismos y la degradación mecánica por triturado, así como la química a través de solventes”.
A través de este estudio patrocinado por la ANIQ, la investigadora indicó que la mayoría de los municipios en México, y en concreto los que han aprobado diversas reglamentaciones a favor de los plásticos biodegradables, no someten sus residuos orgánicos a un proceso de composteo, por lo que la biodegradación de los materiales no se llevaría a cabo de manera correcta.
Ejemplificó que hasta un 10% de los municipios del país no tienen sistemas de recolección de basura, desembocando en quema y arrojó de desechos en tiraderos clandestinos y, ello es una muestra del desorden del manejo de residuos a nivel nacional, que en la actualidad provoca que un 67% de plásticos comunes se vaya a rellenos sanitarios, sin ser involucrarlos a la economía circular.
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