La vida real es irónica y surrealista, ejemplo es la gráfica captada en la biblioteca Vasconcelos, pero esa vida que rebasa la ficción, permite que la autora, Claudia Guillén, en su libro “Los Otros”, tenga una distancia necesaria para observar con objetividad la actuación de los individuos, y así dibujarlos en sus letras, mandando un mensaje a los jóvenes para que disfruten la lectura hasta que se descubran a sí mismos por medio del contacto con la literatura. Es decir, las lecturas que realicen les permitirán establecer un punto de vista que matizará la realidad que viven a diario.
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