Ante el anuncio que ha hecho el próximo titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, de que la extracción de hidrocarburos tendrá un papel estratégico en su administración, especialistas y organizaciones de la sociedad civil señalaron que es fundamental regular las emisiones de metano (CH4) provenientes de hidrocarburos, dadas las graves repercusiones que este gas tiene sobre el calentamiento global y la calidad del aire.
El metano es el componente principal del gas natural y un potente Gas de Efecto Invernadero (GEI); su efecto en el calentamiento del clima equivale a más de 80 veces el del bióxido de carbono (CO2).
El metano también es responsable del 25% del calentamiento del planeta y México es el quinto mayor emisor mundial de contaminación por metano proveniente de la industria de petróleo y gas.
Reducir las pérdidas de metano en la atmósfera resulta estratégico, tanto para combatir el cambio climático, como para mejorar la calidad del aire. Actualmente, existen alternativas de acción altamente costo-efectivas para disminuir estas pérdidas.
México tiene, hoy en día, un grave problema de subestimación de emisiones provenientes de la exploración y explotación de hidrocarburos, dado que los datos reportados por el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, así como por las Cédulas de Operación Anual (COA), no son producto de mediciones directas, sino de cálculos que se obtienen mediante factores de emisión basados en procesos, considerando que las instalaciones se encuentran en condiciones óptimas.
En este contexto, se requiere de instalaciones de exploración y extracción de hidrocarburos con óptimo mantenimiento, así como reportes estrictos por parte de los emisores, para que dichos cálculos tengan mayor aproximación a la realidad. Actualmente, los reportes de emisiones que elaboran los sujetos obligados se realizan «de buena fe», y no existen verificaciones sistemáticas por parte de las autoridades responsables que avalen los datos reportados, ni las condiciones adecuadas en las instalaciones de las fuentes emisoras. Esto repercute en potenciales impactos negativos en la calidad del aire, la salud de las personas y la generación de emisiones que contribuyen al calentamiento global.
México ha establecido compromisos internacionales de reducción de GEI para combatir el cambio climático. Para asegurar su cumplimiento, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) desarrolló las
Disposiciones administrativas de carácter general para la prevención y el control integral de las emisiones de metano del sector hidrocarburos. Esta regulación fue publicada para consulta en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) el pasado 27 de julio.
Las Disposiciones obligan a todas aquellas empresas (nacionales o extranjeras) que realicen actividades en materia de hidrocarburos, a dos cosas principalmente: 1) Elaborar un Diagnóstico que identifique, clasifique y cuantifique las emisiones de metano y 2) Desarrollar el denominado
Programa para la Prevención y el Control Integral de las Emisiones de Metano del Sector Hidrocarburos, el cual deberá contener los resultados del diagnóstico y, además, deberá establecer metas y objetivos anuales para la reducción de estas emisiones, identificando puntualmente las acciones de prevención y control integral a implementar.
Cabe recordar que, ante el Acuerdo Marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), México suscribió en 2015 una Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por sus siglas en inglés), para reducir de manera no condicionada 25% de sus emisiones de GEI al 2030. Asimismo, en la Octava Cumbre de Líderes de América del Norte -celebrada entre México, EEUU y Canadá en junio de 2016-, las tres naciones se comprometieron a reducir sus emisiones de metano en un 40-45% para el año 2025.
La publicación de las citadas Disposiciones no sólo significa un gran paso para lograr las metas de mitigación del país en materia de cambio climático, sino que también permitirá contar con una regulación de avanzada para el sector industrial de hidrocarburos que ayude a hacer más sustentables sus prácticas. Esto toma mayor relevancia ante el anuncio de grandes proyectos energéticos que pretenden realizarse durante la próxima administración federal, entre ellos dos refinerías que representan una medida contraria al objetivo de transición energética y cuya operación deberá sujetarse a criterios ambientales y sociales.
Por ello, las organizaciones que convocaron a una sesión informativa sobre el tema hicieron un llamado a que se realice la publicación de estas Disposiciones, de forma que se pueda garantizar la seguridad energética sin poner en riesgo los compromisos de mitigación suscritos por el país, cuyo incumplimiento implicaría la violación de derechos humanos. Recordaron que los efectos del cambio climático afectan directamente el derecho a la salud, al medio ambiente sano y a la alimentación, entre otros. Retrasar la publicación de estas Disposiciones significaría una omisión de la obligación de las autoridades de garantizar dichos derechos.
Comentarios Cerrados