Si les digo el nombre de Gabriela Mistral algo en su memoria va a resonar. En mi caso, me regresa a la primaria, pues los profesores mencionaban una y otra vez ese nombre. Sé que fue una de las mujeres latinas más importantes de nuestro siglo. Incluso, si hago un esfuerzo, puedo acordarme de algún poema que llegamos a aprendernos de dicha mujer ¿Y si ahora les digo el nombre de Lucila Godoy Alcayaga?
Bueno, como seguramente ese nombre ya no les trae tantos recuerdos, aprovechando su onomástico, aquí un poco de quién fue Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida por su seudónimo: Gabriela Mistral.
Única mujer iberoamericana en ganar un premio Nobel, ganando el reconocimiento en el área de Literatura en 1945 por su contribución lirica de poderosas emociones, Lucila Godoy nace en Chile el 7 de abril de 1889. Es reconocida, además de sus poemas, por su capacidad como maestra y pedagoga. Titulo que obtiene por reconocimiento a su trayectoria y experiencia, ya que oficialmente no estudió para Maestra.
Era tal su capacidad que fue invitada a organizar el plan de estudios de educación básica en México. Mucho de lo que se mantiene a la fecha. Además de México, fue consultora en Puerto Rico, Cuba, Brasil y Chile evidentemente. Consultora en Los Ángeles y Nueva York.
Fue en Nueva York donde conoce a Doris Dana, una controversial relación, que muchos indican implicaba un amor de pareja, aunque Doris lo negó hasta el final de sus días. Es gracias a ella que hoy se puede conocer más sobre Gabriela Mistral, pues recopiló gran parte de su obra, incluyendo más de 250 cartas de correspondencia.
Y para cerrar, una estrofa de Ausencia:
“(…) Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos. (…)”
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