México cuenta con un potencial innegable para avanzar en una economía verde, que genere riqueza, al tiempo que proteja los recursos naturales. El desarrollo sustentable de nuestro país es una meta posible que podemos alcanzar en el mediano y largo plazo, mediante el esfuerzo de todos los actores involucrados, aseguró Guillermo Haro Bélchez, Procurador Federal de Protección al Medio Ambiente.
Es posible, dijo, lograr crecimiento, empleos y desarrollo sustentable; “esta fórmula no es intercambiable: cuidado de recursos naturales, junto con economías sustentables, sostenidas, y la generación de empleos. Esta es una de las metas importantes de todo gobierno que se precie: privilegiar la justicia social como bandera”.
Indicó lo anterior al asistir a una reunión con empresarios en Zacatecas, en donde destacó que el propósito de reconocer la responsabilidad social, económica y ambiental en su desempeño, muestra de que el crecimiento económico no está peleado con el cuidado del entorno natural.
Explicó que a nombre del gobierno federal y como parte de la celebración de 25 años de creación de la PROFEPA, se entregaron 38 certificados de excelencia ambiental, resultado de los estándares ambientales seguidos por empresarios e industrias responsables, con lo que suman 93 empresas en los últimos tres años.
Reconoció que aún no es suficiente, pues se requiere que la totalidad de la industria mexicana y los distintos sectores económicos se sumen para disminuir los procesos contaminantes:
“Refrendemos el compromiso con nuestro gran país en tres vertientes: logrando simultáneamente el beneficio social, la protección ambiental, y el desarrollo económico para un mejor mañana. Lo haremos, transitando hacia una economía baja en carbono, replanteando el manejo responsable, hídrico del agua, deteniendo la pérdida de la biodiversidad y mejorando la gestión de los residuos”.
El titular de la Profepa expuso la preocupación de México por el cambio climático, hecho que ha producido distintos fenómenos naturales, como la llegada huracanes; el año pasado, hubo un huracán categoría 5, el más poderoso de la historia reciente.
La respuesta de nuestro país, abundó, fue lograr que México sea la primera economía en desarrollo en tener una legislación en materia de cambio climático, así como el primer país en desarrollo en presentar –en marzo del 2015– su contribución nacional de mitigación de gases de efecto invernadero, con una meta de reducción de 22% y 51% de carbono negro para 2030.
“Preferimos –mencionó– ver el cambio climático como una realidad que sea un compromiso para impulsar la transición de nuestro país hacia el desarrollo sustentable, que no es otra cosa sino una economía sostenida y de crecimiento igualitario para todos”.
Tras lamentar que la protección y la conservación ambiental son percibidas como un obstáculo e, incluso, una amenaza para el crecimiento económico, refirió la necesidad de verlos como oportunidades de negocios; “es esencial integrar exitosamente los conceptos de productividad y competitividad con la preservación y cuidado de nuestro ambiente”, dijo.
Existen importantes áreas de oportunidad que no solo permitirán reducir el impacto climático, sino que elevará la competitividad en la economía, a través de la generación de una mayor eficiencia energética. No solo en actividades productivas, sino también en otros aspectos, como la construcción y la vivienda sustentable, indicó.
Se requiere garantizar la seguridad energética del país mediante la diversificación de las fuentes de energía, como la producción de biogás, a partir de los residuos, y el fomento de energías renovables, señaló.
Finalmente, Guillermo Haro invitó al empresariado mexicano a alcanzar las metas en beneficio de la población y la humanidad entera: “Para alcanzar las metas planteadas se requiere la participación comprometida de todos, de muchos emprendedores socialmente responsables, con visión de futuro, conciencia social y ética pública”.
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