Gospel

Coro de Gospel

Ultimamente he escuchado a grupos de rock que utilizan voces y sonidos inspirados en el gospel, así que aunque este género no es precisamente rock, consideré apropiado hablar de él para poder entender un poco más las nuevas fusiones y recordar que en realidad no es tan nueva esta conjunción. 

El gospel es música evangélica o religiosa de las iglesias afroamericanas en Estados Unidos que toma fuerza en 1930, se caracteriza por el trabajo con las voces, creando armonías muy pegajosas; aunque evidentemente su mayor diferencia se encuentra en el contenido de la letra el cual habla de valores cristianos y de la vida e invitación de Cristo. 

El nombre es, en realidad, una abreviación de “Godspell” que se traduce encanto de Dios, aunque muchos no lo atribuyen a un encanto, sino al llamado.

A pesar de lo que sabemos, el gospel no es sólo de las personas afroamericanas, en el sur se dio con mucha fuerza entre otras razas, especialmente entre caucásicos. Pero para la época de auge hay que recordar que el país aún se encontraba dividido entre blancos y negros; por la misma razón las iglesias estaban separadas y había muy poca relación y cooperación musical entre ellas. 

Dentro del mismo gospel han surgido varios estilos de los que sobresalen tres: Reggae gospel, gospel negro (sonidos africanos acompañados de las palmas) y gospel moderno, el cual ya incluye tambores, guitarras y bajo eléctrico como acompañamiento de las bellísimas voces características. Con el éxito del estilo cada vez más grupos se han convertido en artistas musicales fuera de la finalidad y contexto religioso. 

De los artistas más conocidos en la combinación secular/religiosa están Aretha Franklin, Clara Ward y Golden Gate Quarter. De hecho no es poco probable encontrarse en un bar y escuchar una canción gospel de la vida común y que la que siga sea sumamente religiosa. 

Pero todos estos artistas ya llegaron a un género conocido y popular, a las primeras que se les asocia con su estallido y reconocimiento en el ámbito musical es a Rosetta Tharpe, quien presentó varios conflictos cuando llevó esta música fuera del ámbito eclesiástico, perdiendo muchos seguidores que volvieron a sus iglesias. 

En la actualidad, el género dejó de ser norteamericano y ha llegado a formar grupos en países distantes de esta cultura como Australia y España. Incluso ha llegado a ser un nuevo tipo de espectáculo escénico, lleno de bailes, ritmos y luces, prácticamente el Brodway espiritual.