El cuidado del medio ambiente es un tema importante que se puede abordar desde diversos ángulos; uno de ellos es el reciclaje, práctica que busca impulsar el procesamiento de materiales para reducir el impacto causado en la naturaleza y mantenerlos dentro del ciclo productivo.
¿Es posible reciclarlo todo? En esta ocasión, Vida Circular, iniciativa conformada por un grupo multidisciplinario de personas ocupadas por avanzar de manera constructiva en soluciones que favorezcan a nuestro ambiente, nos habla del plástico, sus clasificaciones y cómo es que, a partir de su nomenclatura, pueden ser reciclados.
Este material fue introducido a los mercados en el siglo XIX, y a lo largo de los años, sus propiedades han sido modificadas para servir a diferentes propósitos. Actualmente podemos encontrar 7 tipos de plástico que se identifican por la composición de su estructura interna.
A partir de ello, se establecieron dos grupos principales de plásticos: los naturales y los sintéticos, que a su vez se subdividen en termoplásticos, termoestables y elastómeros. Cada uno de ellos se puede reciclar, pero la complejidad de procesarlos es diferente.
Lo que determina su reciclabilidad es su Código de Identificación encontrado en el «triángulo de Moëbius», figura que encapsula un número del 1 al 7 y dependiendo de esta escala es el nivel de trabajo para reciclarlo.
A continuación, te presentamos los diferentes tipos de plásticos y en qué productos podrías encontrarlos:
PET (Polyethylene Terephthalate o polietileno tereftalato): encontrado en botellas de agua o refresco, empaques de alimentos y algunos contenedores de medicamentos.
HDPE (High Density Polyethylene o polietileno de alta densidad): usado en envases de champús o en botellas de detergentes, suavizantes, entre otros.
PVC (Polyvinyl chloride o policloruro de vinilo): empleado en tarjetas de crédito, tuberías, cañerías, revestimientos de cables, entre otros
LDPE (Low Density PolyEthylene o polietileno de baja densidad): usado en bolsas de plástico, film adhesivo, entre otros.
PP (Polypropylene o polipropileno): se encuentra en tapas de agua o refresco, tapones, tuppers, popotes, piezas de automóviles y jeringas, entre otros
PS (Polystyrene o poliestrino): cubiertos, charolas, vasos para bebidas calientes, entre otros.
Otros: piezas industriales, colchones, garrafones o electrodomésticos.
Esta clasificación es importante ya que impulsa la creación de nuevas tecnologías y estrategias, con el objetivo de reutilizar la mayor parte de los plásticos (entre otros materiales).
De acuerdo a Ecolana, el primer mapa digital para reciclar en México, cada tipo de plástico que existe debe cumplir con algunas especificaciones para hacer que su proceso de reciclaje sea mucho más fácil y eficiente:
PET: Asegúrate de lavar bien los envases y aplastarlos para llevarlos a un centro de acopio.
HDPE: Es importante que los envases estén limpios, secos y sin grasa para poder reciclarlos. En este tipo de material, existen envases químicos que están marcados con un rombo de cuatro colores, a los cuales se les debe dar un tratamiento especial.
PVC: Estos residuos se llevan a centros especiales para analizarlos y que se puedan reutilizar.
LDPE: Se recicla de manera similar a cualquier otro plástico, pero en lugar de que los residuos se muelan, se utiliza la técnica del guillotinado.
PP: Se utiliza un reciclaje mecánico, pero bajo el método de extrusión e inyección, que consiste en fundir y moldear los materiales a un flujo y fuerza constantes.
PS: Debido a que este material lo encontramos en artículos para comida, es necesario dejar el residuo lo más limpio posible y sin restos orgánicos para su reciclaje.
Otros: En esta categoría se procesan los residuos dependiendo de las características específicas del empaque; sin embargo, todos aquellos que tengan el número 7 en el triángulo de Moëbius, son pocos los lugares que reciben estos residuos (como los CD’s) para reciclarse.
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