La ganadería industrial tiene un impacto catastrófico en el planeta, en la salud de los humanos y en la vida de los animales.
La mayor amenaza que hoy enfrenta la humanidad es el cambio climático y nuestro actual sistema de producción de alimentos basados en la ganadería industrial que tiene gran responsabilidad en esto: alrededor del 15% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial son emitidos por ella. El sistema alimentario actual es insostenible. El impacto medioambiental que tiene una dieta cárnica y derivados de origen animal es altísimo y deja estragos y graves consecuencias a nuestra salud.
Ante la necesidad de frenar todos estos riesgos, Igualdad Animal México, lanza hoy “El
Enemigo del Planeta”, una investigación realizada con la tecnología de drones, que sobrevoló dos granjas industriales de cerdos en Jalisco, que albergan a más de 89,000 cerdos.
Gracias a los reportes obtenidos durante esta investigación, pudimos darnos cuenta de la magnitud de los terribles riesgos y daños ambientales que ocasiona la ganadería industrial, que no reportan la cantidad de olores, gases, partículas sólidas y líquidas que emiten a la atmósfera y además existen discrepancias en las declaraciones de su consumo de agua y manejo de residuos.
Granjas Pozos Morados, Jalisco, México. Foto ©Igualdad Animal México Además de que no existe información alguna acerca de dónde están obteniendo este recurso, con qué permisos cuentan y quién está verificando cómo se están reportando y pagando.
El agua es un recurso natural indispensable para la vida humana, para producir un kilo de carne de cerdo, se necesitan 12 mil litros de agua potable. En cifras nacionales, la crianza de cerdos para consumo humano, representa la utilización del 4% de toda el agua potable renovable de nuestro país.
Pero, además de gastar millones de litros de agua potable, esta industria la contamina. El mal manejo y la falta de tratamiento de las heces y orina de los animales es un importante factor de contaminación del suelo y del agua, y una fuente de enfermedades infecciosas para los humanos.
Los estanques aledaños a las naves porcícolas llenos por la acumulación de excretas que producen gases de efecto invernadero, provenientes de la orina y las heces de los cerdos, son un caldo de cultivo perfecto de enfermedades pues se pueden encontrar más de 100 patógenos diferentes causantes de padecimientos en los humanos; tan solo en un gramo de excremento porcino pueden concentrarse hasta 100 millones de bacterias.
Se estima que 3 de cada 4 enfermedades infecciosas nuevas o emergentes en las personas provienen de los animales (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
Sorprendentemente, hasta el momento de la realización de esta investigación, dichas granjas contaban con permisos del gobierno para operar.
Por si no fueran suficientes estos daños ambientales, las condiciones extremas en las que viven los animales en estas granjas intensivas para abaratar los costos de su crianza, los mantiene viviendo un horror.
Cada año en México se matan más de mil 800 millones de animales para consumo humano, los cuales pasan toda su vida confinados en granjas, siendo sometidos a prácticas atroces y crueles y cuyo destino final es el matadero.
Como parte de esta investigación, Igualdad Animal México presentó cuatro denuncias en contra de estas granjas, por hechos, actos y omisiones que pudiesen producir desequilibrio ecológico y daños al ambiente, para así solicitar su clausura definitiva, la revocación de los permisos, licencias y autorizaciones de operación, así como la reparación del daño.
Estos no son casos aislados. Recientemente, la Procuraduría Estatal de Protección al
Ambiente (PROEPA) ha realizado inspecciones y verificaciones que han derivado en la clausura parcial temporal en algunas granjas.
Es necesario frenar la operación de empresas como estas que sin el menor indicio de responsabilidad están lucrando con nuestra salud, los animales y el planeta.
“La ganadería industrial crece como una vorágine que arrasa todo a su paso, contaminando suelos y aguas, provocando gases de efecto invernadero que desatan fenómenos naturales catastróficos, es causante de enfermedades que terminan en pandemias y del mayor sufrimiento hacia los animales, es necesario frenar todos estos riesgos definitivamente” – Dulce Ramírez, Directora Ejecutiva Igualdad Animal México Igualdad Animal México exige a las autoridades que tomen acciones concretas para que la clausura de las granjas que cometen delitos contra el ambiente sea definitiva y reparen el daño.
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