En el marco del Día Mundial del Reciclaje, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) refrenda su compromiso por un Mundo sin Residuos, a través de su continua innovación en el desarrollo de empaques sustentables, el impulso de una correcta cultura de reciclaje y la suma de esfuerzos por un mundo mejor.
Construyendo sobre los éxitos alcanzados a través de los años, la Compañía mantiene su inversión en el país y en la innovación de sus productos y presentaciones, con el objetivo de contribuir a la meta global de recolección y reciclaje para 2030, la cual busca alcanzar el 100% del número de sus empaques vendidos. En coordinación con las comunidades locales, socios de la industria, clientes y consumidores, la IMCC colabora diariamente para resolver distintas problemáticas como los desechos de empaques y residuos marinos.
De acuerdo con James Quincey, presidente y CEO de The Coca-Cola Company, las botellas y latas pueden beneficiar a la sociedad, si se diseñan adecuadamente y se desechan de manera responsable. Quincey afirma que “si cada persona reciclara el equivalente a dos botellas por mes, podríamos compilar aproximadamente 128 mil millones de botellas de plástico PET al año, que es la cifra más cercana a nuestra venta anual”.
Crecer con conciencia, haciendo negocios de la manera correcta y no solo de la manera más fácil, es parte de la labor de la Compañía. Tan solo durante 2017, gracias al aligeramiento de sus envases, la Industria Mexicana de Coca-Cola ha conseguido la reducción de más de 9 toneladas de C02, lo que es equivalente al uso de energía de más de mil hogares en un año.
En este sentido, Manuel Arroyo, presidente de Coca-Cola México, destaca que uno de los principales retos se encuentra en la difusión de la educación en términos de reciclaje en la población. “Nuestra misión es alentar a más personas a reciclar, por esta razón queremos seguir invirtiendo y apostando por nuevas estrategias que ayuden a las personas a comprender qué reciclar, cómo reciclar y dónde reciclar. Los empaques deben de tener más de una vida útil, no importa en que se conviertan, lo que buscamos es reducir el impacto ambiental, como las emisiones de carbono y los residuos”.
En algunas comunidades el proceso de reciclaje es tan simple como el tirar una botella o lata en el contenedor más cercano. En otras, la labor es más compleja ya que su depósito implica tiempo de traslado. En México, la IMCC ha mantenido pasos firmes a través del impulso de acciones para mejorar la situación bajo la filosofía de Economía Circular, es decir, por medio del desarrollo de empaques que más adelante se podrán convertir en una nueva botella. En la actualidad, la Compañía incorpora el 26% de resina reciclada en sus envases de PET, además de que 34% de sus empaques han sido diseñados para tener más de una vida útil.
Dando continuidad a sus esfuerzos, han consolidado su compromiso a través de PetStar, la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo e IMER, la primera construida en Latinoamérica, lo que les ha permitido convertirse en el principal reciclador de PET en México. También, desde hace 15 años ha colaborado con ECOCE para promover la educación en el manejo de residuos. Además, cuentan con uno de los seis Centros de Innovación y Desarrollo de Coca-Cola para la elaboración de alternativas y soluciones de materiales sustentables que minimicen el impacto ambiental.
Con estas acciones la Industria Mexicana de Coca-Cola reitera la importancia de la suma de esfuerzos en el camino por un Mundo sin Residuos y el desarrollo de comunidades sustentables.
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