La ganadería es considerada como una de las principales actividades económicas en México. Tan solo en 2018 representó alrededor del 27 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) agroalimentario, además de impactar de manera positiva en la generación de empleos directos con un número aproximado de 70 mil, de acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
La importancia de este sector no es solamente por la proveeduría de carne, sino porque de ella deprenden otros productos como lácteos, extracción de grasas, pieles y huevo, solo por mencionar algunos, por lo que el foco de atención del sector se encuentra en mejorar las prácticas que se tienen dentro de la industria para seguir ofreciendo productos que cumplan con altos estándares de calidad.
El principal reto es que existen enfermedades que pueden propagarse fácilmente a través del alimento o agua que ingieren los animales como lo pueden ser:
Leptospirosis: afecta no solamente al ganado, sino también a los animales domésticos y podría llegar hasta el hombre. Esta enfermedad presenta: fiebre, anorexia, diarrea, conjuntivitis, infertilidad, anemia, agalactia, entre otros síntomas. Se puede trasmitir vía directa e indirecta a través de bacterias presentadas en la orina, así como por el alimento y agua.
Síndrome respiratorio bovino: se trasmite principalmente por las partículas del ambiente o por el contacto directo o indirecto por alimento, agua y objetos contaminados. Esta enfermedad produce fiebre, letargo, falta de apetito, abatimiento, respiración rápida, tos, secreción nasal y salivación excesiva.
Incluso Antrax, que afecta principalmente a bovinos, ovinos y caprinos, la cual causa síntomas como fiebre, temblores musculares y dificultad para respirar, su vía de trasmisión es por alimentos y agua contaminada.
Por esa razón se necesita poner atención en los elementos que están en contacto con los animales de manera directa como bebederos y comederos, así como los que intervienen de manera indirecta como contenedores que ayuden al almacenamiento de insumos destinados para el ganado o sus pastizales.
En el primer caso, es indispensable contar con consumibles que garanticen la higiene y la salud del ganado, al contar con diseños que eviten la reproducción de bacterias y que cuenten con certificaciones de instancias internacionales como la Food and Drug Administration (FDA), los cuales ayudan a la conservación de las propiedades de los alimentos y agua consumida, así mismo que sean de fácil limpieza.
En el segundo caso, en el uso de contenedores a la hora de transportar agua, fertilizantes, alimento, semillas o alguna otra sustancia de un lugar a otro, ayuda a agilizar los procesos en la práctica ganadera. Un ejemplo de ello pueden ser tanques nodrizas, que se puedan adaptar a cualquier tipo de remolques y que además cuenten con sistemas rompeolas para mantener la estabilidad del vehículo, brindando seguridad en su trayecto al personal que realiza esta tarea.
“En Rotoplas pensamos que el bienestar animal requiere la participación de veterinarios, productores y propietarios, en el caso de los brotes de enfermedades pueden ser prevenidos a través de una cultura de salud e higiene, así como la capacitación del manejo de ganado y una atención oportuna de sus necesidades, por lo que en la compañía trabajamos de la mano con el sector e impulsamos las buenas prácticas”, indica Yazbeth González, gerente senior de comunicación y publicidad de Rotoplas.
La recomendación para el cuidado del ganado es planificar e implementar normas operacionales para proteger a los animales de cualquier organismo patógeno además de beneficiar el día a día del personal operativo, lo anterior tiene que contener cinco procesos:
Medidas de limpieza y desinfección: destruyen o suspenden a los agentes causantes de enfermedades fuera del organismo del animal. Para garantizar su efectividad se necesita tomar en cuenta la temperatura, PH adecuado y tiempo de duración. Se utilizan distintos métodos: Lavado al vapor, luz solar, cal, formalina, jabón cresol, hipoclorito de sodio, agente de yodo.
Implementación calendario sanitario: en el cual se incluye desde la planificación de vacunas, desparasitación, vitaminación, pruebas diagnósticas hasta esterilización de instrumentos de sanación.
Prácticas higiénicas en la finca: Que incluyen las medidas de salud y acceso para personal y vehículos, la desinfección de las instalaciones y vehículos, manejo adecuado de orina y estiércol, así como el mantenimiento de un ambiente equilibrado para los animales.
Medidas de control de plagas: uso de productos que brinden seguridad a los animales y así como seguir protocolos para no trasgredir los tratamientos.
Aislamientos de ganado enfermo en caso de ser necesario: una vez localizado al con algún síntoma de alguna enfermedad que ponga en riesgo al resto de la cuadrilla, es necesario a los animales para evitar algún brote de epidemia.
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