Diversas organizaciones de la sociedad civil destacaron al estado de Yucatán, ubicado en el Golfo de México, como un actor clave para transitar hacia la agricultura ecológica a través de la conservación de la milpa, una práctica tradicional en la producción de alimentos, que puede detonar el desarrollo de las comunidades rurales protegiendo los recursos naturales del estado y la salud de las personas.
Las organizaciones civiles Greenpeace, Vía Orgánica, Regeneración Internacional, Asociación de Consumidores Orgánicos y Ma OGM exhortaron al gobernador de Yucatán a convertir el fomento a la milpa en una política de estado e insistieron en reunirse con él, ya que no atendió la invitación para sostener un primer encuentro este 15 de octubre a bordo del barco Esperanza de Greenpeace.
Al respecto, Sandra Laso, responsable de la campaña Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México, dijo que “el gobierno de Yucatán es la esperanza para romper el ciclo de la pobreza de las comunidades rurales, impulsando una agricultura ecológica que proteja a la gente y evite los daños en la tierra, el agua y la salud de las personas, ocasionados por el uso de plaguicidas y fertilizantes sintéticos de la agricultura industrial”.
Según el CONEVAL 2014, en Yucatán el 45.9% de la población vive en condiciones de pobreza y el 10.7% en pobreza extrema. Siendo ahí donde la agricultura ecológica sería una alternativa para reducir estos porcentajes; es una alternativa económica para las comunidades mayas de la región que han conservado prácticas agrícolas como la milpa, con la que se protege la biodiversidad.
Por su parte, Ledy Pech, apicultora perteneciente al grupo de campesinos mayas de Campeche, dijo que “culturalmente, nosotras las comunidades mayas, hombres y mujeres en la Península de Yucatán, sabemos cómo producir nuestros alimentos: respetamos los tiempos de lluvia para sembrar, conocemos los tipos de semillas adaptadas, los meses de siembra y el manejo del uso de la tierra. La agricultura ecológica es un conocimiento que nuestros abuelos nos heredaron y debemos cuidar; es un sistema que se sustenta, y no se echa a perder. No necesitamos deforestar, ni usar plaguicidas y tampoco nos genera gastos”.
“La milpa mexicana históricamente ha contribuido de forma integral a una alimentación sana, de calidad, suficiente y equitativa además de mantener el equilibrio ecológico a través del control biológico de insectos y de la fijación de nitrógeno y carbono a la tierra, recuperando la humedad y el oxígeno”, explicó Mercedes López de Vía Orgánica AC.
Se destacó que en dos meses se realizara en París la COP21, para buscar soluciones al cambio climático, y es fundamental que los gobiernos reconozcan que la agricultura agroecológica no solo es una solución para combatir el hambre, sino también una herramienta fundamental para revertir el calentamiento global, restaurar la fertilidad del suelo y apoyar las economías locales.
Los representantes de las ONG se reunieron con Eduardo Batllori, secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán, quien escuchó las preocupaciones de la coalición de organizaciones y externó su interés en promover la agricultura ecológica en el estado así como en conocer los resultados de la toma de muestras de agua que realizará Greenpeace en los siguientes días para identificar la presencia de agrotóxicos y sus impactos en el ecosistema.
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