Un arbolito de navidad para estar listo para su vente requiere de 8 años de cultivo, un trabajo de todo un año en mantenimiento antes de comercializarse, y sólo se permite vender el producto por 20 días, ese es el camino de estos símbolos navideños que son el modo de vida de los productores forestales de la Ciudad de México.
De ahí, la importancia de consumir lo hecho y sembrado en México, en donde no sólo, estos árboles sirven para una fiesta decembrina, sino retienen suelos y brindar oxígeno a la capital. De acuerdo a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) Hoy de un universo de 1 millón 400 mil unidades que se compran, el 50% es de origen extranjero, y que de los 178 mil que se tienen plantados en suelo nacional, sólo unos 10 mil se expenden.
Situación apremiante que invita a que el público asista a las delegaciones de Tlalpan, Magdalena Contreras, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, en donde se tienen diversas plantaciones forestales en donde los precios son variados, cuyos recursos ayudan al desarrollo social de las comunidades rurales e impide la tala ilegal u uso no sustentable del bosque citadino.
Una de estas plantaciones forestales es Pinar de la Cima, en la delegación Tlalpan, ubicado en el Kilómetro 43.5, de la carretera federal México-Cuernavaca, en donde se puede gozar de escoger el árbol natural a llevarse a casa. En modalidades de con o sin raíz, y de precios varios. Para más información puede consultar el Facebook: pinardelacima/Facebook.
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