Roger Waters se presentó el pasado fin de semana en México con la monumental puesta en escena de The Wall, la versión completa: aviones, fuego, máscaras, vestuario, bloques para un gran muro, luces, sonido y todo lo necesario para ser una de las giras más grandes e impactantes.
La gira corresponde al disco “The Wall”, lanzado el 30 de noviembre de 1979 por Pink Floyd. De hecho, este disco fue el undécimo de la banda, el cual fue precedido por álbumes como “The Dark Side of the Moon” (1973), “Wish you were here” (1975) y “Animals” (1977); así que la fama de Pink Floyd ya hablaba por sí sola.
Aún con esos antecedentes, The Wall se convirtió en el disco más importante de su carrera, y probablemente de los más importantes dentro de la historia del rock, al ser un disco mucho más complejo que un cúmulo de canciones que suenan bien.
La gira de The Wall Live, la cual inició en el 2010, se da después del reencuentro de Pink Floyd, precisamente para el Live 8 (2005), después de 24 años de no haber tocado juntos; concierto que como bien saben se dio simultáneamente en distintos puntos del mundo (Tokio, Berlín, Londres, Roma, Toronto, Moscú…) en relación a la reunión del G-8 y la necesidad de que los gobiernos trabajaran para erradicar la pobreza en el mundo.
Por lo que tanto Pink Floyd como Roger Waters se han caracterizado por incluir en su música un tinte de preocupación social, de interés por las necesidades tanto físicas como emocionales de las personas, retratando sus miedos, sus carencias; así Waters se ha dado a conocer como un pacifista, que busca crear conciencia en contra de toda clase de violencia.
Y eso es lo que precisamente expone en su concierto: The Wall va más allá de una simple puesta en escena, es una obra de arte llena de simbolismos, tal como se retrata en la película filmada en 1982 y en el show que conforma la gira actual.
De hecho, The Wall (El muro), es un muro ficticio construido con todos los males de Pink (anti héroe y alter ego de Roger Waters), quien ha sido marcado por los excesos de las drogas, las presiones sociales/económicas de su país, la muerte de su padre, la relación con su madre, problemas de salud, la presión de ser una figura pública, etc. situaciones que lo van consumiendo y lo llevan contra una barrera destructiva, contra su propia pared.
Y todo esto a través de un show que costó alrededor de 60 millones de dólares (solamente de producción), pero que a lo largo de casi dos años ha visto un retorno cercano a 400 millones de dólares.
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