a la izquierda, cuidado con ese escuadrón…
…entendido
esto se ve sospechoso, Delta a Bravo, Delta a Bravo, mmh no recibo la señal de Bravo…
…voy a checar esa zona
¡es una trampa!…
…¡te cubro, te cubro!
¡Delta a Bravo, estamos bajo ataque, repito, estamos bajo ataque!…
…¡tanques!, ¡ahí vienen los tanques!
¡Delta a base central, requerimos soporte aéreo!…
…¡maldición! No tengo granadas y creo que ese tanque va a disparar
¡cúbrete, aquí vienen los F18-Hornet!…
…¡ja! ¡tomen eso!
¿Te suena familiar?, no tuviste que enrolarte en el Ejército y tener que pelear en un campo de batalla para emocionarte y sentir la adrenalina; lo mismo podemos decir cuando estabas jugando Resident Evil, Silent Hill, Siren, Clock Tower o Dead Space y brincaste cuando un zombie, demonio, poseído, maniatico o extraterrestre te sorprendió o qué tal esos últimos segundos cuando ibas a toda velocidad en tu Ferrari y justo cuando parecía que llegabas en segundo lugar, viste un hueco y lograste rebasar a tu adversario y ganar el primer lugar, ¿recuerdas qué racción tuviste?.
Todo esto es por una entrevista que me llamó mucho la atención , realizada por José María Villalobos, un blogger de Ecetia.com, al psicólogo investigador Carlos González Tardón, quien está realizando una tesis sobre la inmersión en los videojuegos.
Algo que me resulta muy interesante es que gracias a los avances en la tecnología, Carlos González comenta que al estar jugando GTA IV, se quedó observando el amanecer en la ciudad donde se desarrolla el juego, eso yo también lo hice, pero en mi caso, fue en el juego de The Elder Scrolls IV: Oblivion; al caminar por los bosques del reino y observar cómo los personajes virtuales llevaban a cabo sus actividades diarias, pareciera que realmente observaba una escena real.
Aunque en esas situaciones uno puede quedar inmerso por la belleza de los gráficos y el realismo que aportan, en otros títulos de consolas pasadas también puede uno concentrarse tanto en la historia o en los personajes que por un momento podemos llegar a sentirnos parte de ellos.
Por ejemplo, si jugaste Final Fantasy VI, no puedes negar que la escena en la ópera es muy emotiva, o qué tal en FF VII, cuando Aerith muere a manos de Sephirot. Se trata de la misma zaga, pero estos 2 títulos a pesar de haber sido desarrollados en diferentes consolas, uno en 2D el otro con gráficos 3D, poseen una carga emocional muy grande. Ahora bien, Carlos González también responde a la pregunta, ¿qué pasa con la rivalidad entre los juegos narrativos y los lúdicos?, es decir, aquellos que tratan de contarte una historia con todo los elementos que ésta lleva y los que sólo buscan divertirte. La respuesta es que se complementan, uno ayuda a mejorar al otro y que en realidad no debería haber una rivalidad. Estoy de acuerdo con eso, tal vez, el problema ha sido que se ha tratado de forzar a ciertos títulos a tener una gran historia, lo cual no siempre resulta positivo, algo similar a lo ocurrido cuando se dio el cambio de 2D a 3D y al principio, muchos títulos sufrieron al no haber sido trabajados lo suficiente para poder ser llevados a ese nuevo paradigma.
Se menciona en la entrevista, algo que ya he comentado aquí, un videojuego tiene como meta 3 objetivos: ser interactivo (que lo que ocurra en la pantalla te afecte y que tú puedas afectar a lo que ocurre en la pantalla), sea lúdico (que su pretensión sea divertir) y que pretenda la inmersión (es decir, y resumiendo mucho, que el jugador “se enganche”), lo comentado por el psicólogo es algo que no debemos olvidar ya que, para ti un juego puede cumplir perfectamente esos requisitos, pero, debido a que todos tenemos gustos diferentes, alguien podría encontrarse ante el mismo juego y reaccionar con enfado o aburrimiento.
Lo anterior queda demostrado en una serie de fotografías tomadas por Robbie Cooper, quien comenta que viendo como unos niños al ser entrevistados no quitaron la vista de la pantalla, estaban inmersos en el juego; esto le llevó a realizar un interesante experimento donde foto-grafiaba las reacciones de niños al estar jugando, algunos mostraban emoción, otros eran pasivos o asustados.
Sería muy positivo que realizaras ese mismo experimento en tu casa, sólo necesitas una cámara de video, ponla apuntado hacia ti, por ejemplo, arriba de la TV y ponte a jugar, creeme que eventualmente olvidarás que la cámara está ahí y será muy divertido ver qué expresiones haces.
Finalmente, puedes leer la entrevista completa en el siguiente enlace: http://ecetia.com/2008/10/13/entrevista-a-carlos-gonzalez-tardon-en-redmensual/
Y la serie de fotos en el siguiente sitio: http://www.robbiecooper.org/ (entra a la sección “simulations” y de ahí a “inmersion”, finalmente, da click en “photos”)
Así que recuerda, la siguiente vez que grites de emoción porque acabas de ganar la copa del mundo o de terror porque tienes a una horda de zombies detrás de ti, es porque estás inmerso en la magia de los videojuegos.
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