La secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, indicó que en zonas rurales causa mucho daño la mala alimentación e incorrectas formas de cocinar, ejemplificó que la salud de las mujeres se afecta en demasía con los fogones dentro del domicilio y ejemplificó que estar junto a este instrumento equivale a fumar dos cajas de cigarro de forma diaria.
Dijo que se busca implementar la sana alimentación en México con base a tres ejes, con la familia como eje principal.
Además que se trabaja con la Secretaría de Educación Pública y la Presidencia para que las escuelas tengan y fomento al consumo del agua y se modifique el hábito del refresco y los alimentos chatarra.
En segundo aspecto a trabajar es el fomento a la alimentación regional, pues se debe aprovechar lo que se tiene en la región. “No se debe sobresaturar el consumo de alimentos congelados, sino consumir lo que brinda cada ciclo estacional del año. La salud no viene en lata, sino que los mejores alimentos están frescos”.
El tercer punto es la recuperación de la cultura alimentaria, un ejemplo es la dieta de la milpa, para este objetivo se impulsarán los comités comunitarios de salud, agua y alimentación, iniciativa que comenzó en Chiapas, Oaxaca y Puebla.
Por su parte, el vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, expuso que la Estrategia de Alimentación Saludable, Justa, Sustentable y Económica, que lanzará la Presidencia busca que México recupere la riqueza gastronómica y culinaria del país.
En México ha aumentado la dependencia a alimentos importados y ultraprocesados, no se han fortalecido los buenos hábitos alimenticios, lo que ha motivado la disminución de cultivos locales y nutritivos, así como el aumento de enfermedades crónicas.
Por ello, es importante el recuperar la historia y regresar a la primer biotecnología del continente, que es la milpa, que resolvió el sustento de las civilizaciones prehispánicas y de los mexicanos de décadas pasadas, dijo.
Lamentó que el simbolismo haga que los refrescos tengan más importancia que las mazorcas de maíz. Por ello, esta Estrategia involucra a diversos sectores del gobierno para contribuir a mejorar el bienestar a través de la promoción de una alimentación justa y sustentable. “La alimentación saludable es una tarea de corresponsabilidad entre gobierno, productores y consumidores”.
En este programa federal se tiene interrelación de dependencias como es Educación, Salud, Bienestar, Medio Ambiente, Agricultura, Economía, entre otros organismos públicos.
A su vez, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención de la Salud, informó que se trabaja de forma conjunta en este gobierno y es indispensable para impulsar las políticas federales en este sector. “No se puede trabajar como en el pasado y tener agendas separadas. No es adopción de una moda, sino que versa en los principios de gobierno se integraron en este mapa general del bienestar”.
La COVID-19 reveló que la salud deteriorada puede tener un impacto enorme por los problemas de obesidad y otros males de la sociedad mexicana.
Problema que no exclusivo de México, ejemplificó que en el Reino Unido durante la cuarentena se desarrollaron diversas iniciativas para enfrentar la diabetes, obesidad y enfermedades crónicas.
El deterioro de salud es una mala alimentación y es una decisión no solo personal, sino que el contexto interviene y provoca el comer lo que está a la mano; un ejemplo son los refrescos embotellados.
López-Gatell, en su reciente gira por Chiapas (que resulta ser la región donde más Coca Cola se consume a nivel mundial) aseguró que “México es el país que sufre la mayor mortalidad en adultos jóvenes por COVID-19, porque COVID afecta a personas con este tipo de enfermedades. 81 por ciento de las personas que fallecen por COVID tienen una de las enfermedades crónicas que se las ha causado estos modelos de alimentación que predominan en México desde hace más de 30 años”.
Y, sin embargo, el mismo funcionario del sector salud ha sido testigo como todos los mexicanos, de que, a pesar de que se ha establecido un impuesto a las bebidas azucaradas y los alimentos con alto contenido calórico, además de que las etiquetas de los alimentos y bebidas ya tienen información nutricional, la epidemia de obesidad no se ha frenado, porque falta lo principal: educación.
Recordó que la industria refresquera y las consecuencias de estos productos provoca unos 0 mil fallecimiento en el país, un 7% del total de muertos anuales en México.
Diversos especialistas y datos oficiales contradicen lo dictaminado por López Gatell, en relación a que los males relacionados a la obesidad son los responsables de gran parte de las muertes por COVID-19, pues muchos de los jóvenes que han fallecido por Covid-19 eran relativamente sanos. Mientras el 30% de los pacientes de entre 35 y 55 años de edad que murieron padecían diabetes, el 70% no padecía. Mientras el 29% tenía asma, el 71% no tenía. Mientras el 31% fueron catalogados como obesos, el 69% no lo fue. (Más aún, sólo el 10% eran fumadores y el 27% padecía hipertensión).
México 1 de cada 3 niños y 7 de cada 10 adultos padecen problemas de sobrepeso u obesidad, urgen estrategias de salud y disminuir el consumo de bebidas azucaradas, indica la organización El Poder del Consumidor.
Por su parte, la Asociación Nacional de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) reaccionó condenando las declaraciones de López Gatell, al que acusó de “satanizar” a su sector.
“Es inaudito que un funcionario público federal, con la gran responsabilidad de ser el promotor de salud en nuestro país, estigmatice a una industria que cumple a cabalidad con todas las normas y regulaciones”, señaló la ANPRAC.
De acuerdo con la asociación, las aseveraciones de López-Gatell “representan un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos”.
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