Tras criticar que se pretendan resolver los problemas de congestionamiento vial construyendo más vialidades, el experto en ecología, Gabriel Quadri de la Torre, aseguró que favorecer la movilidad privada en las políticas de desarrollo urbano es un error puesto que destruye el tejido social y complica la construcción de ciudadanía.
El excandidato presidencial, recordó que en el pasado 6º Congreso Internacional del Transporte que la baja calidad en los servicios de transporte y el mal diseño de las ciudades tiene importantes repercusiones en la productividad y calidad de vida de sus habitantes, una realidad vista en todo el mundo gracias a los grandes desarrollos de ciudades segregadas, donde las zonas habitacionales se encuentran lejos de las zonas de oficinas, industriales y escolares.
Indicó que “un trabajador debe viajar horas y horas desde su casa hasta su trabajo, tomar transportes ineficientes, insalubres, a veces ilegales, que rompen todas las reglas; llegar a estaciones inmundas y caminar por esos lugares llenos de cosas desagradables y pestilentes. Eso es humillar a la ciudadanía, darle un sentido de indignidad”.
Enfatizó que la falla en el diseño de las ciudades favorece que el ciudadano pierda la identidad hacia el lugar en el que reside y que la estructura de la ciudad y las condiciones de las instalaciones públicas determinan gran parte de la actitud de sus habitantes, así la ausencia de belleza urbana y la degradación del espacio público dan como resultado el rompimiento del tejido social y la ausencia de valores cívicos.
En comunicado de prensa se detalló que el ambientalista expresó que “las ciudades segregadas no son sostenibles, ni promueven la movilidad. Es un espectáculo deprimente ver a cientos de trabajadores caminar por el arroyo vehicular, porque las autoridades olvidaron al peatón, y que el diseño de las ciudades en México, priorice el uso de vehículos automotores privados, construyendo más vialidades, autopistas y segundos pisos.
Dijo que ello es “como tratar de resolver la obesidad abriéndose el cinturón”. Refiriéndose al caso específico de la Ciudad de México, lamentó que avenidas de importancia histórica y económica se encuentren abandonadas, en manos del ambulantaje, con edificios abandonados y banquetas derruidas, cuando deberían ser corredores urbanos de alta densidad y enorme importancia, con viviendas, oficinas y servicios compartiendo el mismo espacio.
En este sentido, urgió a impulsar políticas urbanas distintas, donde el desarrollo de la ciudad contemple el aumento de densidad, el desarrollo vertical y no horizontal, la repoblación de zonas céntricas y la diversificación de usos de suelo, con espacios adecuados para peatones, bicicletas, transporte público y privado.
Recordó que ciudades como Atlanta, Santiago y Lima, han apostado por el esquema de ciudades segregadas y han dado como resultado espacios ineficientes, desarticulados, aislados, donde no hay vida cívica, no existe vida social y el tejido de la sociedad está destruido.
Finalmente consideró indispensable el replanteamiento de las ciudades para promover el rescate de los espacios públicos, donde los barrios sean considerados como la célula básica en la construcción de la ciudad, porque a partir del rescate de los barrios se puede construir una calidad de vida adecuada para las ciudades, donde las familias se integran adecuadamente, donde pueden convivir con sus vecinos y donde la presencia de ciudadanos inhibe la conducta delictiva.
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