La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), anuncia el arribo de seis ejemplares de ballena azul (Balaenoptera musculus), al Parque Nacional Bahía de Loreto.
El Gigante del Mar, conocido de esa forma por medir hasta 30 metros en promedio, llega procedente de Alaska para alimentarse en esta ANP.
Ernesto Israel Popoca, encargado del PN Bahía de Loreto, indicó que la temporada de avistamiento de la ballena azul da inicio en el mes de enero y termina el 30 de mayo.
Desde el año 2013, en cada temporada se realizan labores de monitoreo, y en coordinación con investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se verifica el número de ballenas observadas. Con la información con la cuentan los expertos de años anteriores se sabe con seguridad, que la ballena de la foto, es una hembra la cual fue avistada por primera vez en 1996 siendo ya adulta, por lo que para el día de hoy este ejemplar tiene aproximadamente más de 24 años de vida, periodo durante el cual nunca se le ha visto con cría.
A principios del siglo XX debido a la caza intensiva que los balleneros llevaron a cabo para obtener su aceite (entre 1900 y mediados de la década de los 60), estuvieron al borde de la extinción, en 1966 la Comisión Ballenera Internacional determinó su protección.
Actualmente, la especie está protegida y se realizan muchas actividades para lograr su conservación. La dirección del ANP ha llevado a cabo talleres de capacitación para prestadores de servicios turísticos para que la actividad de observación de ballena azul, se convierta en una grata experiencia para los visitantes y un ejemplo de cómo realizarla de manera ordenada
Algunas de las reglas a seguir para su observación son:
- Mantener una distancia de 100 metros, apagar el motor y observarla para establecer su comportamiento, encender el motor cuando la ballena está navegando.
- No realizar la actividad con embarcaciones mayores a doce metros.
- El Seguir las recomendaciones, quienes visitan el Parque Nacional Bahía de Loreto, no solo observan a las ballenas, también escuchan respirar al animal más grande del mundo.
Gracias a los trabajos de monitoreo y vigilancia, así como las reglas establecidas para su observación, la Conanp reitera su compromiso de conservar la biodiversidad del país.
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