El rock gótico es asociado con lo obscuro, incluso con aquello fuera de lo natural, pero del lado sin luz (por llamarlo de alguna forma). El género como tal consolidó a finales de los 70´s, pero aún surgiendo nuevos sonidos y subgéneros, incluso hasta el dark industrial, o el dark electrónico.
El rock gótico forma parte del post punk británico, y de sus creadores se puede considerar Bauhaus, Siuxsie and the Banshees, The Cure, y un poco más tarde Sisters of Mercy o Fields of the Nephilim.
Además de la música, lo gótico se convirtió en una forma de vida: una vestimenta específica (entre más negro, mejor), cierto tipo de literatura, un culto especial por ciertos personajes y películas, maquillaje, peinado, lugares frecuentados e incluso creencias sobre la vida después de la muerte.
Como podrán notarlo, este género y esta música no es del todo mainstream, de hecho se caracteriza por mantenerse en lo underground. Entonces ¿por qué lo de hoy sería lo gótico?
Bueno, porque uno de los personajes más adorados por los seguidores de este estilo es la figura de vampiro (no únicamente la de Drácula). Existiendo un fuerte romance entre la literatura, la música y el cine gótico, específicamente dedicado al mundo de los vampiros.
Y con el éxito de la saga de Crepúsculo, el mundo de los vampiros se ha convertido en el nuevo tema de moda. Claro, sobre todo vampiros adolescentes, enamorados, atractivos y que incluso brillan cual diamantina bajo el sol.
Por lo que habría que preguntarse si las personas seguidoras del romance entre vampiros y lobos (terrible transgresión al género) que han visto el desenlace de dicha historia en la película de Amanecer, están listos para dar el siguiente paso y adentrarse a historias más clásicas al respecto.
Empezando por Drácula (de Bram Stoker) para entrar la actitud sinieestra; seguido por Carmilla, para la parte romántica (pero sólo si apoyan el amor entre personas del mismo sexo), ya más hollywood con Bela Lugosi, algo más clásico con Nosferatu, y cerrando con El Ansia para un romance al estilo vampiro británico.
Quién sabe, quizá después de estos libros y películas los fans de Crepúsculo cambien el soundtrack de la película por un disco de Nosferatu y un buen par de botas negras.
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