Esta semana leí un artículo publicado en EuroGamer, sobre una entrevista a un desarrollador que, por razones obvias, pidió el anonimato, pero que menciona el horror que es desarrollar para la consola Wii U.
Este desarrollador menciona que trabajó en un juego de lanzamiento para dicha consola y que fue bien recibido. Supongo que se refiere a Zombie U, pero no puedo asegurarlo.
El artículo comienza mencionando brevemente el proceso normal cuando una compañía lanza una consola. Desde el trabajo en equipo que desarrolla el hardware, pasando por los que crean los kits de desarrollo y las sugerencias que reciben de los estudios externos.
Cuando la gente de Nintendo llegó a la compañía del desarrollador anónimo, él comenta que algo le llamó la atención: mencionaron que se buscaba que el Wii U fuera una consola pequeña, que no hiciera ruido “para no molestar a mamá mientras juegan”, y eso me recuerda a algo publicado por Urian en su blog, acerca del problema que supondría que Nintendo sacrificara potencia a cambio de un consumo eléctrico moderado.
A eso se suma una frase que les mencionaron: “necesitamos su ayuda para que el Wii U sea un éxito y, de paso, ayudar a Nintendo”, el desarrollador menciona que esa frase cobraría un significado muy importante después.
Así que desde el inicio sospechó que la potencia, una vez más, sería un problema. Porque entre sus compañeros se veía venir que la consola no podría con los juegos de nueva generación y que, incluso, tendría problemas para mover los actuales.
Pero eso también tiene una explicación, debido al costo de desarrollo, muy pocos estudios destinan más recursos para optimizar para una plataforma en particular, sí el código cuesta mucho dinero, qué mejor que se pueda reutilizar en varias consolas, e incluso, con herramientas como Unreal Engine, crear un título multiplataforma en algo normal. El problema entonces, aparece cuando la plataforma, en este caso el Wii U, no puede con tal o cual herramienta de trabajo, porque se tendría que escribir de nuevo para que funcionara y que lo haga bien.
Pues eso nos lleva al infierno que el desarrollador anónimo comenta, ya que los kits de desarrollo que Nintendo les enviaba no funcionaban bien y, cuando había cambios, no se les informaba de manera clara en qué habían mejorado, lo cual llevaba a reescribir código, casi, a ciegas y esperar que esta vez sí funcionara bien.
Lo peor llegó cuando trataron de consultar a Nintendo sobre unas dudas que tenían. Resulta que la burocracia les hizo la vida pesada, ya que todas las preguntas habían que ser revisadas, traducidas al japonés, enviadas al equipo en desarrolladores, y la respuesta entonces se traducía al inglés y, finalmente, se enviaba, lo cual creaba un retraso de una semana aproximadamente entre que hacían la pregunta y recibían la respuesta.
Y entonces los temores de desarrollador anónimo se hicieron realidad, la CPU del Wii U está por debajo de la que usa el Xbox 360, aunque la GPU sí es más poderosa, debido al tiempo que tenían para trabajar y el nulo apoyo de Nintendo, no se pudo aprovechar la GPU para que hiciera el trabajo que la CPU no podía realizar.
Pero el horror llegó cuando intentaron implementar funciones en línea. Nintendo simplemente no tenía ni las herramientas o la infraestructura lista, y todo esto se debe, una vez, comentado por Urian a que por muchos años, Nintendo ignoró el beneficio de una buena estructura en línea como lo es Live o PSN y claro, tratar de poner algo al nivel de esas dos en poco tiempo, resultó ser muy problemático. ¿Qué tan problemático?, el desarrollador anónimo comenta que en una ocasión, durante una teleconferencia con personal de Nintendo en Japón, les preguntaron cómo podían hacer ciertas funciones, usando como ejemplo la forma de trabajo en Live o PSN y la respuesta de la gente de Nintendo fue: “no sabemos, porque nuestros desarrolladores no usan esas consolas”. Así de mal… entiendo que son Nintendo, pero sí ignoraron a la competencia a ese nivel, puedo decir sin temor a equivocarme, que Nintendo está donde se merece estar.
El artículo en Eurogamer concluye mencionando que el estudio al cual pertenece el desarrollador anónimo quedó muy decepcionado, ya no solo por las ventas en general de su juego y la consola, además les afectó mucho la forma absurda en que Nintendo trata a los estudios externos, algo ya conocido en la industria, en donde parece ser que Nintendo sigue creyendo en la idea de que la industria debe estar a su servicio, debe cumplir con su manera de trabajar y, sobre todo, que es la era dorada del NES y Super NES, en donde Nintendo podía exigir y maltratar a todos los estudios sólo porque eran los líderes.
El Wii U en ventas va mal, que en cuestión de días tanto el PS4 como el Xbox One lo pudieran alcanzar debería ser más que suficiente para que Nintendo se diera cuenta que se ha vuelto irrelevante, al menos, en el mercado de sobremesa, otra cosa es el 3DS, pero sí sería buena idea que hiciera todo lo posible por cambiar su actitud, que el Wii U no sea poderoso no significa que no pueda competir con el PS4 y Xbox One, tan sólo recuerden como el PS2 era inferior al primer Xbox y el Gamecube, pero sabiendo tratar a la industria podrían llenarse de juegos que todos quisieran tener y hacer del Wii U un éxito.
¿Podrá Nintendo recapacitar?
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