Organizaciones de la sociedad civil (ONGs), y expertos enviaron una carta a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con copia al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, al Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano y al Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, manifestando su desacuerdo por la publicación unilateral de la modificación a la Norma 016 que regula la calidad de los petrolíferos, la cual incrementa de 5.8 a 10% el volumen permitido de etanol como oxigenante en gasolinas.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), Greenpeace México, El Poder del Consumidor A.C., Fundación Tláloc, Transita Seguro México y Consultor en calidad del aire y cambio climático, Ramiro Barrios, señalan en la misiva que la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el día 26 de junio, del Acuerdo de la Comisión Reguladora de Energía que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, Especificaciones de calidad de los petrolíferos, con fundamento en elartículo 51 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, se realizó «sin haber terminado las discusiones en los grupos de trabajo conformados para tal efecto, sin haber presentado una Manifestación de Impacto Regulatorio (MIR) y sin contar con todos los estudios técnicos o científicos que respalden el texto propuesto en dicho Acuerdo».
El texto manifiesta la preocupación de que el texto del Acuerdo de Modificación denote que se han ignorado estudios que han sido presentados a lo largo de este año y se tomen como ciertos otros cuyos resultados favorecen a un sector determinado en detrimento del derecho a la salud y del medio ambiente sano de las personas.
Cabe mencionar que la NOM vigente contiene previsiones que hace menos de un año fueron respaldadas por la propia CRE al reconocer, por ejemplo, que el uso de etanol puede incrementar de manera importante los niveles de ozono en las ciudades ocasionando mala calidad del aire y con ello daños al medio ambiente y la salud de las personas.
Al respecto, sorprende que la dependencia haga caso omiso de que existen diversas ciudades del país que presentan problemas de calidad del aire y altos niveles de ozono, los cuales afectan de manera significativa la salud y bienestar de la población. Es importante recordar que, de acuerdo con el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2013-2018, en el año 2013 existían 72.2 millones de personas en México expuestas a mala calidad del aire. Las propias zonas metropolitanas de Monterrey, Guadalajara y el Valle de México -mismas que ya enfrentan graves problemas de contaminación y viven varios días de contingencia ambiental a lo largo del año- se verían afectadas por efectos bien documentados como la interconectividad de cuencas atmosféricas y el libre tránsito de vehículos entre zonas metropolitanas y el resto del país.
La publicación de la modificación a la Norma tampoco tomó en cuenta que no existe consenso ni acuerdos en otros temas relevantes en la Norma, tales como métodos de verificación y aditivación. La CRE ignoró, de igual forma, los argumentos esgrimidos por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA).
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