En ocasiones, coordinarse con otras personas a la hora de trabajar puede ser complicado y se presentan roces, desacuerdos y estilos de cada uno pueden generar una tensión en el grupo que provoque efectos negativos en los resultados del trabajo.
Por ello, el team building es una dinámica que crea un clima propicio para alentar la contribución de los integrantes de un grupo, y que generalmente las empresas usan para analizar y mejorar sus propios procesos de trabajo creando “equipo” entre sus empleados.
Las energías se dirigen a resolver un problema en el que se acentúa la efectividad, la maximización de recursos, la coordinación y, desde luego, se aprovecha para tender lazos sociales que ayuden a conseguir resultados y a llegar a metas de forma armónica.
Aunque dinámicas de equipo existen muchas, pocas resultan tan divertidas, eficaces, y sobre todo sabrosas, como la que propone el sistema Gourmétrica; que consta de una cocina que es un microcosmos del ambiente laboral, con tiempo y recursos limitados y que requiere de cooperación entre los integrantes.
Al replicar comportamientos, hábitos y actitudes cotidianas del individuo, las dinámicas permiten al participante tomar conciencia de sus conductas y de los sentimientos asociados a éstas. Esta toma de conciencia es la base para reforzar sus competencias y para generar, cuando así se requiera, nuevos comportamientos y paradigmas en el individuo y el equipo.
Para el comienzo de esta actividad, cada equipo se le asigna una estación de trabajo conformada por cocinas móviles especialmente diseñadas para lograr el trabajo y la convivencia en equipo. Este tipo de programas trabaja seis ejes organizacionales: Objetivo Común, Equipos Heterogéneos, Recursos Compartidos, Tiempo Limitado, Colaboración por encima de competencia y Objetivo Organizacional por encima de los objetivos individuales.
Esto se enmarca en una sesión de contenido, de acuerdo a los objetivos, en los que se discuten conceptos y las conclusiones vivenciales de cada uno de los equipos de trabajo, y se expone cómo pueden aplicar lo aprendido en su vida laboral diaria, con la intención de generar compromisos accionables por parte de los participantes.
En la actividad no hay jerarquías, todos trabajan al mismo nivel, lo cual es una manera de romper el hielo y hacer que cada uno de los integrantes se familiarice con el resto, haciendo algo tan básico como cocinar. Además, la actividad de la cocina permite romper estereotipos de los compañeros de trabajo.
La diferencia entre la propuesta de team building, es que no estresa a los participantes, ya que no se requiere que cuenten con ciertas habilidades físicas y no representa mayor riesgo para ninguno de ellos. Todo esto ayuda a que vivan un escenario más auténtico y por lo tanto se obtienen aprendizajes más reales.
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