En el contexto norteamericano -México, Estados Unidos y Canadá- la gestión del agua subterránea es muy variable y son muchas las diferencias en clima, geografía, geología, las culturas y hasta las edades de los países, comentó Alfonso Rivera, jefe hidrogeólogo del Servicio Geológico de Canadá, Instituto de investigación que forma parte del Ministerio de Recursos Naturales Canadiense.
Al realizar una visita a México, dictó una ponencia en el Centro de Investigaciones de América del Norte en la Torre de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde el especialista comentó que a diferencia de Canadá y Estados Unidos, la gestión del agua en México está centralizada, ya que es el gobierno (federal) el que lo hace y no los estados. Lo cual igual, explicó denota el pésimo y nulo trabajo que dice realizar la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que en este sexenio da la impresión de haber dejado de lado el trabajo de campo en este sector tan clave en el país.
Dijo que “nuestro país tiene un área de 2 millones de kilómetros cuadrados, es el 14vo. país más grande del mundo, tiene 127 millones de habitantes, de los cuales, 76 por ciento de su población depende del agua subterránea, tiene una recarga incidental de 307 kilómetros cúbicos por año, utiliza 50 kilómetros cúbicos de agua y tiene una reserva de solo 458 kilómetros cúbicos.
En Estados Unidos, la gestión del agua es similar a la del gobierno canadiense, que depende de los estados y no del gobierno. Esa nación tiene 9.8 millones de kilómetros cuadrados, es el tercer país más grande del mundo, tiene 315 millones de habitantes, el 50 por ciento de su población depende del agua subterránea, la recarga del acuífero subterráneo es de mil 300 kilómetros cúbicos que depende de muchos factores como el clima y la geología, y el consumo es de 115 kilómetros cúbicos de agua, 100 veces más que Canadá, dijo el también profesor de la Universidad de Quebec.
Joel Carrillo Rivera, explicó que el agua subterránea es crucial para mantener el funcionamiento de ecosistemas, necesidades de la población y desarrollo económico.
“El 0.1 por ciento del agua que existe en el mundo es superficial (ríos, lagos, atmósfera, suelo, biósfera); 94 por ciento es agua de mar (incluye 60 al 80 por ciento de agua subterránea); 2 por ciento es hielo y glaciares; y solo el 4 por ciento es agua subterránea. Agua dulce en el continente (incluye México) es el 99 por ciento y solo 1 por ciento es agua superficial.
“De los acuíferos sobreexplotados en México, se extrae el 53.6 por ciento del agua subterránea para todos los usos. De acuerdo con resultados de estudios recientes se define si un acuífero se convierte en sobreexplotado, o dejan de serlo, en función de la relación extracción/recarga (…) En 1975 eran 32 acuíferos los que estaban siendo sobreexplotados; la cifra se elevó a 80 en 1985; 100 al 2009 y para el 2010 ya eran 110, según información de la Comisión Nacional del Agua de 2010”, lamentó el experto en hidráulica subterránea.
Por ello, el doctor en hidrogeología por la Universidad de Londres, en Gran Bretaña, expresó su preocupación para que en México se abra una licenciatura en hidrogeología (sistemas de flujo Tóthianos), ya que hasta el momento, solo el 2 por ciento de los especialistas en el Instituto Mexicano de Tecnología trabajan en agua subterránea, es decir, unos 450 expertos en hidráulica.
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