Se dio a conocer que en los ejidos de San Jerónimo Miacatlán, Milpa Alta, Víctor Hugo Monterola Ríos, jefe delegacional, conoció los trabajos de los ejidatarios para consolidar proyectos de turismo alternativo, que detonen el desarrollo económico de la demarcación y den a conocer las riquezas naturales con que cuenta la provincia del Distrito Federal.
Dijo que “no es necesario salir de la ciudad para estar en contacto con la naturaleza y practicar ciclismo de montaña, caminar por el bosque, visitar los pueblos, conocer su cultura, tradiciones y gastronomía, Milpa Alta ofrece eso y mucho más”.
Aseguró que la zona ejidal, como la de Miacatlán, es una opción viable para la promoción del ecoturismo, ya que es un espacio que cuenta con vigilancia de los mismos ejidatarios, para que los visitantes puedan desarrollar diversas actividades como ciclismo de montaña, caminar, correr, realizar recorridos a caballo o simplemente disfrutar de la naturaleza en compañía de familiares o amigos, mediante la sana convivencia.
A la par de estos proyectos, Víctor Hugo Monterola destacó que una de las prioridades de su gobierno es apoyar a los ejidatarios, productores y artesanos, por ello, se contempla la construcción de un espacio de 48 mil metros cuadrados, sobre la carretera federal Xochimilco-Oaxtepec, donde se comercialicen los productos del campo y artesanías, y se realicen festividades de la región, con el propósito de fortalecer el desarrollo económico de los 12 pueblos y el turismo en la demarcación.
En este ejido, realizó la colocación de la primera piedra de la construcción de muros secos, como parte del Programa para el Desarrollo Rural Sustentable de Milpa Alta, donde se destinaron 403 mil 900 pesos, para apoyo a los grupos ejidales “Los Leones”, “Cañaveral”, “Tepenacaxco” y “Los Venegas”. Informó que la meta es construir 26 muros secos de piedra acomodada para la conservación de suelo y agua con un volumen de mil 176 metros cúbicos.
Destacó que Milpa Alta es la segunda delegación más grande a nivel territorial, con una extensión de más de 28 mil hectáreas de suelo de conservación en el Distrito Federal, con una vocación eminentemente rural, donde su economía se sustenta preponderantemente en actividades agrícolas, ganaderas y comerciales.
Comentarios Cerrados