El festival Heaven & Hell, en el que se presentaría Kiss, Guns, Korn, Rob Zombie, entre otros, dio mucho de que hablar después de que, a una semana del evento, se corriera el (verídico) rumor de su cancelación, dejando a los interesados en el limbo.
Todo empezó con la noticia de que las autoridades del estado de México, por razones de seguridad, no dieron los permisos necesarios para llevar a cabo el festival en el terreno donde la Feria de Texcoco ocurre cada año. Ante la noticia, la indignación de los “asistentes” se hizo notar. Por supuesto, acusaron al gobierno de oprimir al rock como género musical, de aliarse con grandes empresas,. Toda clase de acusaciones dirigidas a todos, menos a los organizadores.
Sentimiento que se agravó cuando días después SEGOB confirmó que los permisos no serían entregados. Los organizadores se limitaron a comunicar que el festival se llevaría a cabo sin lugar a dudas, que sólo les tuvieran paciencia, que luchaban contra la gran maquinaria gubernamental para traerle al público un poco de buen rock a sus vidas.
La gente se sumó a la causa, fueron pacientes. Aun cuando los rumores indicaban que el festival podría llevarse a cabo fuera de la zona centro del país. Lo que implica costos para los asistentes (transporte, hospedaje, costo en tiempo, etc.). Sin embargo, dos días antes y los organizadores no daban la cara, pedían más paciencia, aseguraban que todo se iba a arreglar.
Noticias llegaban por todos lados, menos por el canal oficial. Alguna bandas anunciaron sobre que el Festival estaba cancelado, que no iban a poder asistir, que lo lamentaban. Algunos, como Rob Zombie, cancelaron otros conciertos, debido a que sin dicho festival, no era viable venir a México. Aquí fue donde el público dejó de ser tan comprensible con los organizadores. Demandaban información, y por supuesto, demandaban respuesta a un boleto –no barato- que ya había sido pagado. Todo mundo sabía que el festival se había cancelado, todos, menos los organizadores.
Esta no es la primera vez que los organizadores del Heaven and Hell hacen algo así. Dicho festival tiene historia en Guadalajara, en el que desde 2010 se lleva a cabo de manera anual el evento con bandas de metal, cada vez con mayor número de asistentes. Empero, en 2012, ya con todo armado y vendido, dieron la noticia de que la banda principal les había cancelado, por lo que todo el festival se suspendía, dejando a los asistentes sin más nada, tal como ahora sucede. Y algunos otros incidentes menores con bandas y falta de comunicación.
Si bien no podemos defender o descartar la teoría de conspiración del gobierno contra una empresa que introduce competencia al mundo del entretenimiento en México, lo que sí queda claro es la falta de seriedad de los organizadores, la falta de madurez como empresa, la cual no supo dar respuesta ante una problemática de tal magnitud, y que, lamentablemente, no ha sabido dar la cara y respuesta a la base de su apoyo: la gente.
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