A través de un comunicado de prensa se dio a conocer que las Naciones Unidas otorgaron un reconocimiento al Programa de Gestión Comunitaria del Territorio en la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), que fue reconocido como uno de los mejores a nivel mundial.
Ello en el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, en donde se dieron a conocer los ganadores de la segunda edición del Premio «Una tierra para la vida», convocado por la Convención de las Naciones Unidas del tema para poner de relieve a las organizaciones que luchan de manera tangible contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.
El primer premio, dotado ha recaído en la Foundation for Ecological Security (FES), una organización no gubernamental de India que ocupó el primer lugar entre los 137 solicitantes de 62 países. El segundo lugar lo compartieron el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) de México, por su Programa de Gestión Comunitaria del Territorio en la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo, y la organización World Vision Australia, por el fomento de la regeneración natural gestionada por los agricultores en la región del Sahel, en África.
El programa premiado del CCMSS inició en 2007 con recursos de la Fundación Ford, la Fundación Gonzalo Río Arronte y el Banco HSBC para impulsar el aprovechamiento activo y sostenible de los recursos forestales y el territorio por las propias comunidades que habitan la región, como un mecanismo para lograr la conservación de éstos a la vez que se impulsa el desarrollo económico y social.
Durante estos años, los campesinos de los ejidos que conforman la Unión de Ejidos Emiliano Zapata de Amanalco, con el acompañamiento del CCMSS, han establecido acciones de ordenamiento comunitario del territorio, planeación colectiva y estratégica de las actividades de productivas, acciones para mejorar los servicios ambientales y reducir la erosión de los suelos, y el desarrollo del aprovechamiento forestal sostenible.
Lucía Madrid, responsable de este programa, comentó que el premio otorgado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) «es un reconocimiento de que los ejidos y comunidades rurales propietarias de la mayor parte de las tierras de la cuenca son los actores principales en la conservación del territorio y sus recursos, y de que el desarrollo de sus medios de vida de forma sostenible y de sus estructuras de gobernanza tiene una relación positiva con la conservación ambiental en el largo plazo».
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