En las últimas semanas se ha vivido una serie de incomodidades en México debido a la decisión del Gobierno Federal de combatir el robo de combustible y el mercado ilegal de gasolina. El asunto no solo es una cuestión de delincuencia organizada, sino también de falta de controles a lo largo de toda la cadena de suministro.
Y es que la mayoría de las empresas (paraestatales y privadas) solo tienen una visibilidad limitada de dónde se encuentran sus insumos y productos que están en tránsito, debido a que aún existen procesos manuales al interior de proveedores y distribuidores.
Si bien las órdenes de envío pueden grabarse digitalmente en un documento PDF, la etiqueta es poco más que una copia digital de una impresión con su propio número de identificación que indica dónde se encuentra la producto y quién lo firmó, pero no se tiene certeza del contenido real, la autenticidad de sus piezas, todas las empresas involucradas de principio a fin, etcétera.
Al respecto, Oscar Sosa, CMO de la empresa Katun, declaró que “bajo estas circunstancias, el Blockchain puede representar una buena opción gracias a sus atributos de transparencia, trazabilidad, seguridad y confiabilidad, y que puede incorporar otros avances tecnológicos como el Internet de las Cosas (IoT) que permite tener equipos de fabricación conectados, alertas de envío digital y escaneo de identificación por radiofrecuencia (RFID), con los cuales es posible rastrear a lo largo de todo el proceso de producción y logística”.
Algunos de los beneficios que la cadena de suministro obtiene al correr sobre una plataforma de Blockchain son los siguientes:
Transparencia: todos los días miles de millones de productos se mueven por todo el mundo, a través de complejas cadenas de suministro. Sin embargo, hay muy poco conocimiento de cómo, cuándo y dónde se originaron, fabricaron y utilizaron estos productos a lo largo de su ciclo de vida. Con Blockchain, empresas, consumidores y usuarios finales pueden conocer el historial completo de cada producto, desde la fabricación y los materiales utilizados, el contenido neto en piezas o volumen, así como las certificaciones involucradas en su producción, traslado y comercialización.
Seguridad: las redes descentralizadas eliminan el riesgo de hackeo, alteración o borrado de información, ya que los datos se distribuyen entre los nodos que componen la plataforma de Blockchain, haciendo imposible la manipulación malintencionada, dando total certidumbre de lo que se compra, se paga y se recibe, sin posibilidad de actos de corrupción, robos o irregularidades.
Automatización: las operaciones comerciales quedan estipuladas en Contratos Inteligentes, donde se verifican las actividades acordadas entre las partes involucradas y se ejecutan las acciones consecuentes. Por ejemplo, cuando un pedido es entregado, automáticamente se emiten los documentos de recepción y se giran las órdenes de pago conforme a las condiciones pactadas, etcétera. Los usuarios pueden estar seguros de que las acciones descritas en el protocolo se ejecutan de manera correcta y oportuna, sin la necesidad de intervención humana.
Trazabilidad: Blockchain puede usarse para rastrear activos físicos, que permiten mantener un registro de propiedad para cada activo. Por ejemplo, para el caso de la gasolina, cada galón puede rastrearse mediante la creación de una identidad digital. Esto ayuda a la autenticación de cada transacción donde se puede ver quién vende el combustible, cómo se traslada, quién lo recibe y cómo se comercializa.
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