Luego de casi 20 años de investigación, un grupo de Ingeniería de Bioprocesos, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ha alcanzado las últimas fases en el desarrollo de una vacuna recombinante contra el rotavirus bovino.
De acuerdo al Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Conacyt) indicó que este avance le ha valido a estos investigadores el Reconocimiento al Mérito Estatal de Investigación 2014 en materia de tecnología, en la subcategoría Investigación Científica e Innovación, que será otorgado oficialmente por el estado de Morelos.
Al respecto, Laura Alicia Palomares Aguilera, miembro del grupo de investigadores mencionado, explicó que en el proceso de este proyecto, que inició en 1996, se analizaron muestras de becerros enfermos de todo el país y se encontró que los becerros de madres que habían sido tratadas con la vacuna contra el rotavirus importada de Estados Unidos estaban enfermos; por lo anterior, se detectó que la enfermedad era causada por fenotipos del virus que no estaban en esa vacuna.
Dijo que “a raíz de eso, nos dimos cuenta de que había una necesidad de tener una vacuna diseñada específicamente para México y comenzamos a trabajar con la tecnología recombinante. En todo este tiempo, la vacuna ha evolucionado y ahora estamos en el prototipo tres. Lo que hace falta son las pruebas clínicas, es el último paso. Ya se tiene el producto y la tecnología lista, ahora estamos por iniciar las pruebas clínicas en bovinos”.
Cabe mencionar que la enfermedad del rotavirus bovino, disminuye de manera importante la producción de los ranchos ganaderos, debido a que el virus ocasiona pérdida de peso en el ganado y muerte en becerros; aunado a que en México existe poca información de esta enfermedad en México.
En comunicado de prensa de este organismo gubernamental, el rotavirus ingresa al organismo del bovino a través del aparato digestivo y llega a las paredes del intestino e infecta a los enterocitos (células del intestino); esto causa un desbalance iónico y la destrucción de las células, lo que le provoca diarrea al animal.
Siendo un mal frecuente durante los primeros seis días de vida de los becerros; produce diarrea acuosa color amarillo, verde o café, que puede durar de uno a dos días en infecciones simples, o hasta seis días. La morbilidad puede ser del 90 % y la mortalidad del cinco por ciento, en ausencia de infecciones secundarias.
Una de las fases de investigación consiste en probar una forma alternativa del formato de la vacuna, por lo que el grupo de investigadores realizó pruebas en ratones con partículas idénticas al virus original, para determinar si las diferentes formas de ensamblaje en forma de tubos de la vacuna pudieran tener un efecto en la respuesta inmune de los roedores.
Explicó que “hicimos experimentos en ratones con una proteína del virus que se llama VP6 (proteína que se puede ensamblar en diferentes formas) y lo que encontramos es que los ratones vacunados con la proteína en forma de tubos estaban más protegidos que los que solo inmutamos con partículas en forma de esfera; vamos a iniciar las pruebas clínicas en bovinos».
Añadió que la ventaja de utilizar la tecnología recombinante en esta nueva vacuna es que no se utiliza un virus potencialmente patógeno, en comparación con las técnicas tradicionales. “Solamente utilizamos el gen y podemos obtener una nueva vacuna cuando surjan nuevos tipos de rotavirus. Se evita el manejo de compuestos no definidos, que pueden presentar algunos riesgos o agentes infecciosos en el desarrollo (de una vacuna)”.
Una parte del método para la elaboración de esta tecnología se encuentra en proceso de registro de patente en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Por su parte, el Centro Lavín para el Desarrollo de Innovación y Transferencia Tecnológica promueve esta vacuna para encontrar interesados en adquirirla y poder comercializarla en los próximos cinco años.
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