De acuerdo a Isabel Studer, directora del Instituto Global para la Sostenibilidad de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, en entrevista con Mi Ambiente es crítica y esencial la participación de las empresas en temas de adaptación y mitigación del Cambio Climático, aunque aceptó que son los sectores de transporte y energía los mayores emisores en México con paraestatales como Pemex y CFE, sin dejar de lado atender temas como es el cambio de uso de suelo.
Sin embargo, comentó que estos últimos rubros no eximen a las empresas de actuar en el aspecto de transición a una economía de bajas emisiones y sus inversiones requieren ser aplicada en este objetivo.
Ello, explicó fue parte de los tópicos que pudo platicar en su participación en la conferencia de GLOBE 2014 sobre negocios y sostenibilidad, en donde se informó que ante los resultados del segundo informe del IPCC se enfatizó la importancia de atender el Cambio Climático, subrayando su impacto en rubros como es la alimentación.
Ahondó en que es imperante la innovación, energías renovables, así como eficiencia energética y “sabemos que las empresas deben tener un papel fundamental no sólo en control de emisiones, sino en ser motores de transición al crecimiento verde y en el mundo se pueden apreciar grandes acciones como es el uso de energías renovables en Alemania y España, Estados Unidos y China”.
Mientras que en eficiencia energética destaca el caso de Estados Unidos y Canadá que invierten en nuevas tecnologías para seguir usando combustibles fósiles pero de forma controlada con menos gastos, pero igual voltean a otros rubros como es la geotermia, aunado al manejo de residuos vinculado al uso de metano con diversos proyectos de innovación, en este punto la investigadora mexicana, resaltó que México tiene un gran potencial geotérmico que está desaprovechado y se debe voltear a este sector y analizar invertir al respecto.
Sobre qué tanto está México impulsando estos rubros, dijo que con la Ley de Cambio Climático y la Reforma Energética se están abriendo estos sectores para la inversión, pero aún no es suficiente, como es el caso del impuesto al carbono que no tiene finalidad ambiental sino recaudatoria.
“Así que debe darse un adecuado impulso a la innovación para desarrollar y adaptar tecnologías de última generación para energías renovables”, puntualizó.
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