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RECORDARÁN A J. RULFO A 30 AÑOS DE SU PARTIDA

Por: Luis Enrique Velasco

Si a usted se le dificultó leer y comprender el realismo mágico porque su gran imaginación voló y lo perdió y cuando terminaba un párrafo se encontraba maravillado pero no comprendía nada, entonces lo invito a escuchar a profesionales de la actuación como Laura Zapata y Arturo Rosales que leerán fragmentos de la obra de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno (Juan Rulfo) para rendirle un merecido homenaje póstumo a 30 años de su muerte, el 7 de enero de 1986.

          El acto, organizado por el INBA, tendrá lugar el domingo 24 de enero a las 12 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde los artistas leerán correctamente para que usted disfrute a los personajes que, aunque creados por Rulfo, tienen vida propia: Susana San Juan, doña Eduviges, Juan Preciado, Juvencio Nava, Macario y Anacleto Morones, conocidos ahora por millones de personas de al menos 90 países y en 50 idiomas diferentes.

juan rulfo

Hay que destacar que muchos que leyeron al escritor jalisciense: El Llano en llamas y Pedro Páramo se quedaron con la sensación de que este hombre que fue capaz de hacer hablar a los muertos, pudo dar mucho más. También no son pocos los que consideran que le quedaron a deber el Premio Nobel de Literatura.

Cuando Juan José Arreola se enteró de la muerte de nuestro personaje, dijo: “Rulfo consagró la voz de la tierra. Nadie puede continuar su obra, ni él mismo se atrevió a hacerlo”. También comentó creer más en las letras de Sayula que en las universales (Rulfo nació ahí).

Fue el mismo Rulfo quien avivó las llamas para levantar tras de sí su propio mito sobre su silencio literario, al decir que con la muerte del tío Celerino enmudeció porque era él quien le contaba historias que crecían en su imaginación.

También llegó a decir que su corriente literaria se debe en buena medida al quedarse huérfano a muy temprana edad, por lo que tuvo que ir a vivir a un internado en Guadalajara, donde realmente se sintió en plena soledad, lo que lo llevó a un estado depresivo perenne y obviamente, cuando escribió Pedro Páramo se encontraba muy triste.        Ante el temor de que su nuevas creaciones no fueran tan buenas como El llano en llamas y Pedro Páramo de las que ya se habían vendido un millón de ejemplares de cada una para 1959, Rulfo no se decidió a publicar más, aunque se sabe hizo la novela La cordillera, la cual se sabe que tuvo un final terrible, fue quemada por el propio Juan.

También se llegó a saber que escribió El hijo del desaliento y también corrió la misma suerte que la anterior, aunque se salvó una pequeña parte y que es lo que se conoce con el nombre de Un pedazo de noche.

Como es sabido, en 1953 se publicó el libro de cuentos El llano en llamas; 1955, la novela Pedro Páramo. Estaba por cumplir 38 de edad cuando se editó ésta última. En 1958 escribió la novela breve El gallo de oro, pero fue publicada hasta 1980.

Sobre nuestro personaje en cuestión, hay que agregar que en 1935 llegó a la ciudad de México e ingresó en el Colegio Militar, pero desistió tiempo después y cambió la milicia por la literatura. Trató de estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras pero, al no poder revalidar sus estudios, se conformó con ser oyente durante las clases.

Cuando este hombre partió a su mundo mágico, Juan José Arreola aseguró que no había muerto. Y agregó: “Ha nacido con todos los que amamos su literatura”.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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