Los Red Hot Chili Peppers están muy cerca de cumplir 30 años de proporcionar gran música y mucha controversia, y para tranquilidad de sus fans, todo parece indicar que en efecto llegarán al gran aniversario, pues los rumores para el lanzamiento de un nuevo disco son cada vez más fuertes.
Los Red Hot cuentan con nueve discos, más de 15 colaboradores y 10 miembros a lo largo de su historia; de hecho, muchos han criticado que de los miembros originales de los Red Hot (antes llamada Tony Flow and the Miraculously Majestic Masters of Mayhem) sólo dos se mantienen de pie: Anthony Kiedis y Michael “Flea” Balzary.
En mi opinión, son justos estos cambios los que han permitido darle tanta variación a su sonido y que cada disco presente una nueva propuesta, la cual, en muchas ocasiones se convirtió en parteaguas, por ejemplo:
En el 99 con “Californication”, más allá de la diabólica imagen oculta en la portada o las letras inmorales y decadentes (para la época) el disco revolucionó el funk rock con canciones como “Scar Tissue” y “Otherside” en las que se probaron riffs más melódicos, mucho más tranquilos, rescatando la importancia del bajo.
Otro ejemplo: con tan sólo tres años de diferencia, el álbum By the Way muestra un sonido completamente diferente, más cálido, conmovedor, con letras un tanto más positivas y que de manera clara reflejan el rompimiento con las drogas.
Posteriormente, llegó “Stadium Arcadium”, disco con 28 canciones que los llevó a una extensa y exhaustiva gira, misma que terminó con el descanso indefinido de los miembros y la salida definitiva de Frusciante. A estas alturas, muchos se preguntaban si la banda volvería o el anunciar un descanso era una forma tranquila de separarse.
Pero desde hace algunos meses la luz se ve más clara: Frusciante es reemplazado definitivamente por Klinghoffer, la banda se ha reunido a practicar, a compartir letras y la Kiedis anunció un posible nombre para el disco.
El nombre es un tanto complicado “Dr. Johnny Skinz’s Disproportionately Rambuctious Polar Express Machine-head”, ¿la justificación? El viaje en ácido de un amigo de la banda, en el que veía al grupo tocar para planetas y lunas y cuyo principal éxito era precisamente una canción con ese nombre.
Veamos qué tan bien aceptado es el título por la dificultad de mantenerse en la memoria de las personas, aunque considerando que hay bandas que no nombran a sus canciones y sólo las numeran, no veo porqué un nombre así no funcionaría.
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