Tras dar un paseo por el Zócalo de nuestra ciudad de México es imposible no observar los relojes que tienen un conteo decreciente buscando ansiosamente el celebrar 200 años del la independencia y 100 de la revolución. ¿Es algo para festejar?, ¿sabemos realmente lo que festejamos? Estas preguntas, como muchas otras, encuentran respuesta en esta serie de publicaciones.
Ante problemas tan fuerte como los que vivimos en todos los ámbitos de la vida de nuestro país, vale ir atrás a recordar a aquellos que fueron ofrendados donde leemos y encontramos a los héroes de real, a esos próceres que ante la situación negativa se crecían y mejoraban fuertemente con nosotros.
Es notable la calidad tanto de los artículos como de sus autores y las formas de conocimiento que hay, la precisión es lo que convierte a esta revista en tu texto muy digno de ser leído y comentado, para fortalecer los lazos con el propio país.
La historia es la maestra constante que debe alimentar a un pueblo de su relación con el pasado para forzar una mejor relación con el presente y la traza del futuro. Un pueblo incapaz de conocer o recordar y estudiar su historia se condena a la eterna marginación y pobreza.
Llega de mano de la fiesta y la celebración la oportunidad de observar aquello que hizo de México lo que es, sin perder de vista que aquello que le damos hoy a nuestro país es aquello que las generaciones futuras han de cegar.
Urge conocer la hisotria de nuestro país
Urge aprender historia y amar las historias y los relatos de nuestro México que se prepara para la fiesta y se llena de atavíos hermosos para la ocasión. Tu ¿te estás arreglando con ropas de reflexión y sabiduría para tan hermosa fiesta?
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