Actualmente 38 por ciento de niñas y adolescentes estudian carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics, que se traduce a: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), a diferencia de 54 por ciento de los hombres. Si la desigualdad se elimina, se generaría un incremento en la productividad científica mexicana de entre 17 y 20 por ciento.
Graciela Rojas, presidenta y fundadora de la organización Movimiento STEM, mencionó a este reportero que el sector femenino tiene que empoderarse e impulsar un mayor acceso de las niñas y jovencitas a la ciencia y tecnología.
Resaltó que los estados del bajío-occidente como son Jalisco, San Luís Potosí, Aguascalientes Guanajuato y Querétaro, y el Estado de México, son entidades que destacan por su impulso a la ciencia y tecnología en sus niveles básicos de educación, que está permitiendo una mayor presencia de niñas y adolescentes.
Según esta organización, hay estados que destacan por su promoción a la presencia femenina en la ciencia y tecnología como son Jalisco, Estado de México, Querétaro, Nuevo León, Guanajuato, Ciudad de México y Yucatán.
Resaltó que “el caso especial de Querétaro se distingue por trabajar en temas de innovación e impulso de la industria 4.0, lo que en estos momentos lo posiciona como referente que garantiza un buen desarrollo económico e industrial de sectores aeronáuticos”.
Se requiere mayor crecimiento de la interrelación de las empresas con los sistemas educativos para ir creando la mano de obra que necesitarán a futuro las entidades del país, aspectos esenciales y que se aprecia está sucediendo en el bajío nacional, acotó.
Lamentó que se tiene poca presencia femenina en la tecnología debido a muchos factores, desde económicos, sociales y culturales y de la errónea idea que las mujeres no son competentes para la técnica.
El contexto tradicionalista que rodea a la ciencia y tecnología provoca que las niñas se enfoquen en otras carreras de estudio, pero “debemos tener muy claro que el talento no tiene género y no puede descuidarse el brindar las mismas perspectivas a todas las personas”.
Explicó que las organizaciones y la sociedad en general deben trabajar de forma conjunta para incentivar a que los gobiernos establezcan políticas públicas que fomenten los estudios de ciencia y tecnología entre las niñas. La encuesta de ocupación y empleo del INEGI, señala que 8 de los 10 empleos mejor pagados son carreras STEM.
Aceptó que el 2020 y parte del 2021 ha sido un periodo muy complejo y complicado que afecta el acceso de las niñas a la ciencia, pues son estudios que necesitan presencia en laboratorios y no tanto a la distancia.
Añadió que la pandemia del COVID-19 demuestra que el futuro es la tecnología y las niñas tienen que estar inmersas en ese rubro. “El 2021 trae grandes retos en educación, sector muy vulnerable que tiene casi un año de mantener alejados de las aulas a los estudiantes, sin embargo, la sana distancia es una gran oportunidad para seguir impulsando la digitalización de las nuevas generaciones”.
“No podemos decir que México es de los países con menos presencia de las mujeres en la ciencia y tecnología, pues esta situación es similar en muchas regiones del mundo, es un mal que se padece en muchas regiones, que poco a poco se está subsanando”, dijo.
Lamentó que la Federación ha provocado una crisis en el sector de ciencia y tecnología, pues algunas decisiones políticas han dañado a estas materias e impedido; pero todos los actores involucrados deben comprometerse a participar y sacar adelante a este ámbito.
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