La mayoría de nosotros conocemos la influencia que Martin Luther King tuvo para el cambio cultural y legal en Estados Unidos, pero él no fue el único promotor y defensor de los derechos humanos para la raza afroamericana; de hecho, fue una mujer la que tuvo el valor de oponerse a la injusticia y pelear por un derecho que quizá ahora suene tonto: el poderse sentar en un autobús.
Durante la segregación racial, el transporte público estaba dividido, a la gente de color se le asignaba la parte trasera del autobús y Rosa Parks tuvo el “atrevimiento” de no pararse de su asiento cuando un hombre blanco se lo solicitó (seguramente no de la manera más educada posible).
Evidentemente, esta mujer terminó en la cárcel por desacato, pero su acción logró una movilización social y una huelga al transporte público, que después de varias luchas llegó a la Suprema Corte declarando anticonstitucional la segregación en el transporte; volviéndose un símbolo de la lucha por la igualdad. r
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