La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) muchas veces es vista como una moda pasajera. Pero en la medida que clientes, empleados y proveedores (y la sociedad en general) le dan mayor importancia, las empresas comienzan a verla como una oportunidad creativa para fortalecer su negocio mientras realizan un aporte a la sociedad.
Ana Cristina Dahik, especialista y profesora del IPADE del área de Entorno Político y Social en México, considera que en el panorama laboral mexicano deben ejecutarse estrategias que incidan en las problemáticas sociales y ecológicas. En nuestro país existe una agenda prioritaria relacionada con el incentivo para integrar al mercado laboral a jóvenes en ciertas áreas de trabajo, donde muchas empresas ofrecen planes de formación con integración directa. Sin embargo, la deserción en los puestos ofrecidos se mantiene, además de que estas estrategias no atienden en su totalidad la temática ambiental o intereses financieros de los negocios.
El gran desafío para los ejecutivos es cómo desarrollar un enfoque que realmente pueda atender los intereses económicos de la empresa, los trabajadores y el medio ambiente. Algunas compañías comienzan estableciendo metas sencillas que solo cubren un punto en específico –por ejemplo, realizar donaciones o participar en eventos sociales– creyendo que de esta manera cumplen con su cuota de responsabilidad con la Sociedad. En otros casos, se crea una dirección encargada de generar “estrategias sociales” que mejoren su nivel de ventas o desarrollar acciones descoordinadas que no toman en cuenta a todos los departamentos de la empresa. En todos estos escenarios, además de no lograr el objetivo central de la RSE, tienen repercusiones negativas incluso a los ojos de la opinión pública.
Jon Strassner, vicepresidente de Humanscale y líder en Estrategia de Trabajo y Relaciones Industriales, enuncia algunos puntos a tomar en cuenta a la hora de conciliar los objetivos de la RSE con los objetivos del negocio:
- Los consumidores de hoy son más conscientes y prefieren comprar productos de compañías comprometidas a hacer lo correcto. Por esta razón es importante reunirse con socios, inversionistas y clientes para encontrar el punto ético para todos, sobre todo para las compañías de bienes de consumo. A partir de allí pueden generarse estrategias a largo plazo.
- Deben propiciarse alianzas con otras “buenas empresas”, cuyos objetivos de RSE estén perfectamente establecidos y con intereses similares. La clave es que cada uno de los involucrados aprovechen los recursos y la experiencia del otro para establecer una estrategia sostenible en el tiempo. Una asociación a largo plazo puede asegurar el éxito de los objetivos.
- Los recursos y el tiempo de una empresa son limitados, por lo que las mayores oportunidades de establecer una buena estrategia provendrán de áreas sociales donde la compañía ya interactúa significativamente. Las empresas, al obtener una comprensión más profunda de las dependencias mutuas, podrán generar mayores de beneficios bilaterales en menor tiempo.
- La fuerza laboral en una compañía es el principal activo y beneficiario de las estrategias de RSE; por ello, los colaboradores deben ser involucrados en todo el proceso. Actualmente, los empleados eligen trabajar para organizaciones cuyos valores son similares a los suyos, y al tener una línea clara y acordada con los empleados, no solo se facilita el cumplimiento de los objetivos de RSE sino también permite atraer y retener talento, gracias a la lealtad hacia los objetivos de la empresa.
- Implementar dentro de la oficina productos socialmente responsables puede traducirse en una consideración de la salud y bienestar del empleado. Si bien no representa una estrategia completa, sí es una preocupación palpable sobre la calidad de vida de los colaboradores, sin perjudicar el medio ambiente.
El escrutinio público de cada compañía es constante y la confianza que puedan generar en sus consumidores depende directamente de ello. Por esta razón, la selección de asociaciones, proveedores y acciones dirigidas hacia sus trabajadores y hacia el medio ambiente se hace tan relevante. Muchas empresas que han profundizado correctamente en la RSE reconocen esta simbiosis y ven beneficios de una iniciativa bien ejecutada.
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