Javier Aguirre salió de la selección de futbol. Dijo que lo contrataron por 13 meses, debía de ser por 48 meses. Lamentó no pasar a cuartos en el mundial. Su soberbia le impide admitir sus errores. Señaló que los últimos 5 técnicos de la selección no cumplieron, están en deuda, México sigue en lo mismo.
Alineó a Adolfo “Bofo” Bautista, contra Argentina, cuando tenía 2 meses sin jugar, su lentitud era evidente. Obsesión tuvo en meter al Guille Franco, aunque su rendimiento no era de goles, incluso, le generó una mala imagen al Guille y animadversión del público.
Errores como desanimar jugadores. Ni 5 minutos alineó a Guillermo Ochoa o Michel. Aguirre y Justino Campeán, dieron una conferencia de prensa. Varias de sus respuestas fueron irónicas.
El fracaso de la selección es fracaso del futbol mexicano. La ambición económica de los dueños de los equipos a costa de no mejorar la calidad es causa de males. Montaron un combinado para jugar en EEUU, bajo el timo de “selección”, ganaron millones de dólares. Pero el final fue el fracaso en el mundial.
Millones de mexicanos tienen como distracción y el gusto por el futbol. Y no tienen un deporte de calidad, años y años en mundiales y no hay avances. La ganancia económica fácil es lo que practican, empresarios, directivos, entrenadores y se extiende, todo a costa millones de aficionados al futbol. Sólo queda disfrutar de los grandes del mundial.
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