Organizaciones de la sociedad civil, expertos en aves, murciélagos e hidrología en los estados de Yucatán y Quintana Roo, así como miembros de la comunidad de Dzilam de Bravo presentaron ante las autoridades ambientales federales, dentro del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, sus comentarios al Proyecto «Parque Eólico – Dzilam Bravo» en el que advierten una serie de deficiencias y elementos que ponen en riesgo el gran valor ambiental de la zona costera además de los posibles impactos negativos sobre la población local por la ubicación propuesta para el parque.
Se difundió en comunicado de prensa que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por «Eólica del Golfo 1 S.A.P.I. de CV» para su autorización por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), establece que el «Parque Eólico – Dzilam Bravo» instalará 36 aerogeneradores en poco más de 1,300 hectáreas de terrenos privados, que serán arrendados durante la vida útil del proyecto. El sitio del parque eólico, se ubica a 1.29 km de la Costa, al sur del Poblado de Dzilam de Bravo.
El proyecto operará en la costa yucateca, por un mínimo de 30 años, y cada uno de los 36 aerogeneradores a instalar, alcanzarán hasta los 175m de altura.
De acuerdo al Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), que funge como vocero de las instituciones que participaron en la Consulta Pública en el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental señala: «Como representantes del sector ambiental, estamos a favor de la promoción de las energías renovables, dentro de las cuales la eólica es una de las más rentables para México. Sin embargo, se debe tener mucha responsabilidad en la selección de los sitios para estos proyectos, de manera que no ocasionen afectaciones ambientales y sociales que superen los beneficios que pueden aportar».
«La costa yucateca, que ahora es de interés para diversas empresas de generación de energía a través del viento, también es una zona de alta importancia ecológica, gran biodiversidad, e importancia turística, por lo que se sugiere ubicar este tipo de proyectos más allá de los primeros 5-8 km de la costa».
En dicho documento se pone de relieve la afectación a los habitantes de Dzilam de Bravo, por el ruido continuo de las aspas en movimiento, de todo el parque eólico.
Un impacto al sistema hidrológico costero, causado por las cimentaciones de los aerogeneradores, que podría afectar la disponibilidad de agua a los habitantes en la playa.
Una afectación a la actividad ecoturística de la región debido al Impacto Visual; así como a la comunidad de Dzilam de Bravo, por un impacto de «sombras» o «parpadeo» que se genera cuando las aspas en movimiento cortan la luz solar.
La destrucción del hábitat de dos especies en peligro de extinción, la endémica Matraca Yucateca (Campylorhynchus yucatanicus) y el Colibrí Tijereta Mexicana (Doricha eliza), la primera que únicamente sobrevive en Yucatán y el segundo con una población pequeña en Veracruz, y lo hacen en los primeros 5 km de ancho de toda la zona costera.
La matanza masiva de miles de aves migratorias que entran cada año a la costa yucateca, a altitudes entre 50 y 150m de altura, y que en buen tiempo bajan a alimentarse y descansar en los primeros 5 km tierra adentro.
Al analizar el documento que se sometió a consideración de la SEMARNAT, se detectó un déficit sustancial de la información que se requiere previamente para realizar un adecuado proceso de Evaluación de Impacto Ambiental que a su vez permita establecer medidas de prevención y mitigación efectivas, aunado a solicitarle a la dependencia federal que antes de emitir una resolución, se lleve a cabo la reunión pública de información, a fin de que se dé a conocer el proyecto a la comunidad en general y el promovente pueda atender a las dudas que le sean planteadas.
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