Con el lema “Cambia la ley, NO el clima”, OXFAM informó que los representantes de la Segunda Cumbre Mundial de Legisladores (GLOBE) en Ciudad de México no cumplieron con las expectativas que se esperaba de sus trabajos en reducir el impacto del cambio climático en América Latina.
Para OXFAM y otros organismos civiles coincidieron que es absolutamente necesario construir una economía más verde, más inclusiva y más responsable para subsanar estos problemas ambientales.
Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña CRECE de Oxfam en América Latina, dijo que “en México se están agravando los períodos de sequía e inundaciones, lo que, añadido a los desastres naturales propios de la región, está propiciando que muchas personas pasen hambre”.
El cambio climático es una de las principales amenazas para la justicia alimentaria, los modos tradicionales de subsistencia y la vida de las personas. Sin ir demasiado lejos: Cochoapa el Grande, ubicado en la Sierra de Guerrero, Oaxaca, es el municipio más pobre de México. Tiene 15 mil habitantes, de los cuales el 96% no tiene qué comer.
Teniendo en cuenta que la mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura de subsistencia y a la artesanía, cabe preguntarse ¿cómo podrán vivir si, a consecuencia del cambio climático, sus cosechas disminuyen todavía más o desaparecen?, preguntó.
El impacto del cambio climático en América Latina es cada vez más preocupante; en particular cuando incide sobre el sector agropecuario y forestal, dada su alta dependencia de las condiciones climáticas. Ello genera una situación de vulnerabilidad económica, social, ambiental y política en la región, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, la seguridad humana y las condiciones básicas para la reducción de la pobreza.
En comunicado de prensa se detalló que los análisis de vulnerabilidad frente al cambio climático en la región indican que se están agravando los períodos de sequía e inundaciones; que los fenómenos de desastre son y serán no sólo más extremos, sino también más recurrentes; que la pérdida de superficie glaciar está reduciendo la disponibilidad de agua para consumo humano; que los suelos continúan en un proceso sostenido de erosión y degradación, en paralelo a una alteración de los procesos de productividad primaria.
Cabe señalar que países como México, Uruguay, Guatemala, Honduras y El Salvador han sufrido en los últimos años las consecuencias de desastres naturales devastadores. En todos estos países una meteorología impredecible y unas estaciones erráticas están cambiando lo que las familias agricultoras pueden cultivar provocando que existan personas pasando hambre. Los precios de los alimentos están aumentando, mientras que la calidad de los mismos se está deteriorando.
En México, se calcula 15 por ciento del territorio, 68.2 por ciento de la población y 71 por ciento del PIB se encuentran altamente expuestos al impacto del cambio climático.
Con este fin, OXFAM recomienda a los gobiernos y agentes involucrados de América Latina que se aseguren sin mayor dilación las medidas obligatorias de adaptación al cambio climático y al importante vínculo con la agricultura familiar; que se otorgue mayor presupuesto en esta lucha y que de la retórica se pase a la práctica. Muchas vidas dependen de ello.
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