Todos los países que participarán en el mundial de futbol en Sudáfrica terminaron sus torneos. Y la segunda semana de mayo convocaron a los jugadores que estarán en la selección para el mundial. No llamaron antes y así garantizaron una alta competitividad de su liga de futbol. Lo hizo España, Italia, Inglaterra, Alemania. Todos, menos México. Aquí la Federación de Fut, Justino Compean, con la complicidad de los dueños de los equipos, improvisaron una selección, desmantelando los clubs, convirtiendo la competencia de la liga en remiendos malos. Ah, pero timaron a los mexicanos de EEUU, con una selección de mala facha. Fue por ambición, se embolsaron de ganancias, los dueños, 30 millones de pesos.
La soberbia de Javier Aguirre trae de cabeza a los seleccionados. Ese plan de jugar contra Inglaterra y 48 horas después contra Holanda, refleja la ambición de la Federación y la complicidad de Aguirre; la arrogancia de ver solo dinero en ganancias, es a costa de la calidad deportiva. ¿El técnico será el único culpable? Pero la hora de la verdad está más cerca. El 11 de junio ante Sudáfrica, en portentoso estadio y multitudinario público, los mexicanos deben crecerse. Lo que han mostrado no será suficiente para ese día. Javier Hernández, el Chícharo, sigue siendo una esperanza, igual lo es Giovani. Hay varios huecos por llenar. Francia ya fue campeón mundial; y Uruguay también y tiene un goleador del Arsenal, llamado Luis Suárez, metió 49 goles. Ufff.
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