Del total de los Residuos Eléctricos y Electrónicos (REE), que se generan en México, alrededor del 10 por ciento se recicla de manera formal, 40 por ciento permanece almacenado en casa habitación o bodegas y el 50 por ciento restante, es mandado a rellenos sanitarios o tiraderos no controlados, lo cual representa un riesgo para la salud y el medio ambiente.
Esto fue informado en un estudio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático 2010: Los Residuos Electrónicos en México y el mundo. Documento que detalla que este tipo de REE y su disposición en rellenos sanitarios son los procedimientos más tóxicos y nocivos para su manejo, aunado a que el reciclaje informal de esta basura sin la protección adecuada o al utilizar métodos inapropiados, es el más dañino; contamina suelo, agua y, si los residuos se incineran, también el aire, impactando de manera negativa la salud humana, expuso la doctora Elisa Núñez-Acosta, de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (INCyTU).
Dijo que “las personas que habitan o trabajan cerca o en los sitios de reciclaje, al tomar agua, usarla en la comida o al respirar polvo contaminado, quedan expuestos a compuestos tóxicos. Los niños son especialmente vulnerables a este tipo de sustancias; si habitan cerca o en sitios donde se realizan actividades de reciclaje o si están en contacto con personas que trabajan con REE, se contaminan a través del polvo que ha quedado impregnado en sus ropas”.
“Se estima que de los 3.9 millones de toneladas de Residuos Eléctricos y Electrónicos que produjo América Latina en 2014, México fue responsable de alrededor de 24 por ciento, superado solo por Brasil, que contribuyó con 36 por ciento, explicó la doctora Núñez-Acosta.
En nuestro país, los programas de recolección y reciclaje de REE están a cargo de gobiernos municipales o estatales, así como de empresas privadas de reciclaje. Pero en el sector informal este proceso corre a cargo de pepenadores y acopiadores de residuos. La diferencia fundamental entre el sector formal y el informal radica en que el último no paga impuestos ni contribuye al sistema de protección social de la nación.
“Entre las actividades del reciclaje de Residuos Eléctricos y Electrónicos del sector informal que resulta sumamente dañinas para el medio ambiente y la salud están los baños de ácido en áreas abiertas para recobrar oro, cobre, plata y otros metales valiosos; el usar bloques de carbón como parrillas para calentar tarjetas de circuitos impresos y remover componentes electrónicos; calentar y derretir los plásticos sin una ventilación adecuada; incinerar cables y materiales no deseados a cielo abierto para recobrar metales.; extraer el tóner, abriendo los cartuchos de impresión y cepillando el polvo fino, entre otros.
Detalló que “un reto importante para México es el trabajo informal asociado al reciclaje de REE detectado en los estados de Baja California, Jalisco, Ciudad de México y Estado de México, que debe ser atendido para evitar su impacto negativo en las personas y el medio ambiente”.
El marco legal con que actualmente cuenta México para regular el manejo de los residuos electrónicos se describe en la Ley General para el Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, así como en los Reglamentos y Normas Oficiales Mexicanas.
La realidad de México indica que en los rellenos sanitario o tiraderos a cielo abierto ubicados en los 2 mil 446 municipios que hay en el país no tienen la capacidad de tener rellenos sanitarios, ni financieramente, ni operativamente, ni nada.
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