Este grupo inglés no tuvo muchos problemas para colocarse en la escena musical, dado que presentaban un nuevo concepto de música electrónica. Fueron los papás del “rave” e incluso de sus modificaciones años más adelante. El grupo está formado por Liam Howlett (compositor y teclados), Keith Flint y Maxim (vocalistas); también contaban con un bailarín oficial y corista, pero ellos sólo estuvieron los primeros años de la carrera.
La magia inició con un simple teclado secuenciador que trabajaba con un demo del 10 canciones que más adelante sería editado como “What Evil Lurks”, y así como el surgimiento de la banda estuvo definido por el instrumento musical también el nombre de la banda se cree estuvo definido por el teclado Moog Prodigy.
Meses después la banda ya se encontraba actuando, el disco “Charly” les dio la entrada al Four Aces en Londres, marcando la era del rave británico. Esto rompió lo underground del estilo y surgió como la nueva forma de hacer y vivir la música; alcanzaron una fama internacional, y eso que este disco ni siquiera era LP, es decir de larga duración.
Sin embargo, a pesar de todo el éxito, Prodigy se sentía en cosa de niños para estas presentaciones, consideraba que los siguientes discos, como The Prodigy experience y varios sencillos, debían de sonar diferentes, mucho más maduros y modificar el estilo de los raves. Situación que se vislumbraba complicada pues fue por la época cuando se estaba creando la ley anti-rave.
Esto no detuvo el lanzamiento de un vinilo blanco bajo el nombre de Earbound I, pero con autor anónimo, hasta que el gusto del público y de todo el mundo musical exigió la revelación de los creadores, atribuyéndosele a esta banda. Tiempo después se publicó oficialmente como “One Love”, colocándose como lo mejor de Gran Bretaña.
El éxito aumentó, las giras y promociones no dejaron de llegar; pero nunca antes como con The Fat of the Land” (97), principalmente con el sencillo “breathe” el cual deja un poco el estilo original para introducirse al dance, permiten la entrada de una guitarra y batería para ubicarse dentro de rock, pero siempre con tintes de electrónico y más adelante aumentándole un poco de punk.
Aunque la verdadera publicidad del disco se las trajo la controversia de la canción “Smack my bitch up” y su video, de hecho al inicio sólo se podía transmitir de 1 a.m., a 5 a.m., para que sólo audiencia madura pudiera verlo.
En el 2000 hubo una ligera separación. Leeroy deja el grupo, Liam saca un disco sin la cooperación del resto de los integrantes, pero bajo el nombre de Prodigy, la banda pasó por momentos difíciles, sin nunca dejaron de hacer música, durante este lustro han venido trabajando tanto como grupo como solistas y finalmente, para este año, estrenamos el “Invaders must die”, aunque lamentablemente ni rumores existen que lo presenten en México.
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